Acusación consideró que durante la instrucción quedó demostrado que las integrantes del grupo punk, incurrieron en el delito de gamberrismo motivado por odio religioso.
La Fiscalía de Rusia pidió hoy tres años de prisión para las tres integrantes del grupo punk Pussy Riot acusadas de gamberrismo por cantar contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en el altar de una catedral de Moscú.
Al solicitar la condena, la acusación consideró que durante la instrucción quedó demostrado que Tatiana Tolokónnikova, María Aliójina y Yekaterina Samutsévich incurrieron en el delito de gamberrismo motivado por odio religioso, informó desde el tribunal la agencia Interfax.
La pena solicitada por los fiscales es cuatro años inferior a la máxima que contempla el código penal para ese delito.
El 21 de febrero de este año cinco integrantes de Pussy Riot irrumpieron encapuchadas en una zona restringida del altar de la Catedral de Cristo Redentor, el principal templo ortodoxo ruso.
Allí, las mujeres se desprendieron de varias de sus prendas y comenzaron a tocar la guitarra eléctrica, a cantar y a bailar en ropa interior.
"Madre de Dios, echa a Putin", decía la canción, en la que se acusaba al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de creer en el presidente de Rusia y no en Dios.
Tres de las integrantes del grupo fueron detenidas: las otras dos participantes en la acción no pudieron ser identificadas.
Las acusadas, en prisión preventiva desde marzo, se declararon inocentes del delito que se les imputa y son consideradas presas de conciencia por Amnistía Internacional (AI).
Mientras, las tres componentes del grupo han asegurado que nunca intentaron insultar a nadie, en especial a los creyentes ortodoxos, que son mayoría en Rusia.
"Nuestros motivos fueron exclusivamente políticos. No somos enemigos de la Cristiandad. Queremos que los creyentes ortodoxos estén de nuestro lado, del lado de los activistas que se oponen al autoritarismo", dijo Tolokónnikova.
La líder del grupo, de 22 años, aseguró que su actuación en la catedral era "sólo un desesperado deseo de cambiar para mejor la situación en Rusia".
EFE
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