A mitad de concierto, la artista regaló a los presentes unos minutos de cierta intimidad, con canciones como 'By The Grace Of God' y 'Unconditionally'.
La cantante Katy Perry fue la encargada de cerrar el festival de música Rock in Río, con un espectáculo lleno de energía y una escenografía impecable, que incluyó todas sus canciones más famosas e hizo vibrar al público presente en la 'Ciudad del Rock' en Río de Janeiro.
Su canción 'Roar', incluida en su último álbum, 'Prism' (2013), supuso el comienzo de un show en el que Katy Perry fue ofreciendo uno tras otro sus grandes éxitos.
'Wide Awake', 'Dark Horse', 'E.T.' o 'Kissed A Girl' generaron el fervor de una audiencia que no podía disfrutar más ni de las canciones, ni de las teatrales puestas en escenas, cambios de vestuario y atrezo del antiguo Egipto incluidos, ni de una coreografía animada por numerosos bailarines.
A mitad de concierto, la artista regaló a los presentes unos minutos de cierta intimidad, con canciones como 'By The Grace Of God' y 'Unconditionally'.
Pero Katy Perry, que había dejado claro desde el principio que había venido a Río para protagonizar una gran fiesta', pronto volvió a su espectacular puesta en escena con canciones como 'This Is How We Do' y 'Teenage Dream'.
El cierre, que sirvió de broche de oro tanto a su actuación como al Rock in Río llegó con la popular 'Firework', que encendió a una audiencia que se había pasado toda la noche coreando los estribillos de los temas de la cantante estadounidense.
En total, durante los siete días de conciertos llevados a cabo por cerca de 150 grupos, pasaron por la decimosexta edición del Rock in Río 595.000 personas que pudieron disfrutar de aproximadamente 95 horas de música en vivo.
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