El cantante ofreció un entrañable show en el que no faltaron temas como Breakfast in América, The logical song, y Its raining again.
El cantante británico Roger Hodgson sorprendió a los limeños con un show de casi dos horas de duración en el que no faltaron temas clásicos de su recordada banda Supertramp, como: "Breakfast in America", "The logical song", "Dreamer" o "Give a little bit".
El espectáculo comenzó a las 9:20 de la noche con un Roger vestido, como es su costumbre, con una camisa blanca, pantalón negro y chalequito. La ovación y el aplauso de los fans fue instantáneo.
Roger junto a su banda no hicieron extrañar el sonido de la guitarra eléctrica; batería, teclados, bajo, vientos y una guitarra acústica fueron suficientes para hacer "volar" a los asistentes a través de atmósferas alegres y algunas nostálgicas, "Take the long way home" y "School" son muestras de los recuerdos perdidos.
Luego el amor se dejó sentir con el tema "Lovers in the wind", tras ella, los cánticos existenciales de "Hide in your shell" y "Easy does it". Los himnos y momentos más aplaudidos de la noche fueron apareciendo con "Breakfast in America" y "The logical song".
Entre canción y canción Roger agradecía de muy buen humor a la audiencia, ya que quedó muy sorprendido con la respuesta del público. "Ahora mismo, me siento como en casa", dijo en un momento de la presentación.
También se dejaron escuchar canciones no tan conocidas como "Quietest moments", en la que Hodgson cantó acompañado solo por su guitarra acústica; y "Dont leave me now", en la que dejó su acostumbrado teclado para hacer sonar un gran piano de cola dispuesto en el centro del escenario.
Con "Dreamer", la gente acompañó los primeros compases de la canción de pie, luego se sentó, pero al final los aplausos recorrieron todo el Centro de Convenciones del hotel María Angola, que lucía abarrotado. Como en un estadio se dejó escuchar el clásico "olé, olé, olé, olé... ¡Roger, Roger!.
Ya para el final, vinieron más temas clásicos de Supertramp como "Give a little bit". Esta fue la única canción que fue seguida con palmas, saltos y gritos desde el inicio hasta el final.
Luego "Its raining again" marcó el cierre de una presentación solvente y con oficio.
La voz de Roger Hodgson sigue intacta y sus músicos, de muy buen nivel.
Once y 17 de la noche, "Dios los bendiga, espero verlos pronto", fue la frase que puso fin a una entrañable presentación. Nadie salió decepcionado, alguien dijo por ahí "tocó todo" y, como en no muchos casos, sí fue verdad.
Por Galo Castillo
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