Hablar de Slash es hablar inevitablemente de Guns N' Roses, y quedó claro en su show que el guitarrista es el dueño absoluto del sonido Guns y junto a su poderosa banda arrasó en el Parque de la Exposición.
Slash -como verbo-, viene del inglés “acuchillar sorpresiva y despiadadamente”, y es el mismo que la da nombre a Saul Hudson, quien seguro nadie reconocería si se llamara así en sus conciertos. Hudson se hizo mundialmente famoso por ser amo y dueño de las cuerdas en la legendaria banda Guns N Roses -además de su característica melena-, y por una posterior carrera solista que le dio un lugar privilegiado en el mundo de la música. Este mismo guitarrista, abatió despiadadamente sobre un público peruano que esperó por él desde hace mucho y se dejó seducir por sus chirriantes solos de guitarra.
La llegada de Slash al Perú, concretada por fin este año, fue dramática. Primero fue la llegada de Guns N' Roses a nuestro país, con una versión en tamaño familiar de Axl Rose, que hizo extrañar las épocas doradas de la banda. Le siguió el anuncio de un festival que traería al músico junto a Gilby Clarke, Duff McKagan y Matt Sorum (exGNR) junto a otras luminarias del rock mundial. Este último show fue cancelado súbitamente por baja venta de entradas.
Sin embargo en el 2015 se hizo el milagro, y finalmente Slash asomó por esta parte del continente pero no lo hizo solo, sino que acompañado del destacado vocalista Miles Kennedy (Alter Bridge) y la banda The Conspirators, presentando nada menos que su reconocido disco “World On Fire”, además de otras canciones de sus exbandas, incluída obviamente Guns N Roses.
Se puso fecha a la cita y sin esperarlo, el evento fue lleno total. El Parque de la Exposición fue el local encargado de albergar tanta algarabía rockera, uniendo a dos generaciones: a quienes vivieron el mejor momento de los Guns y aquellos noveles amantes de la música que ni en sueños pensaron que tremendo guitarrista llegaría al Perú.
DE VÓRTEX AL HIMNO NACIONAL
El espectáculo arrancó con la cuota nacional –literalmente nacional- del reconocido guitarrista peruano Charlie Parra y su banda, quienes abrieron con el sagrado Himno Nacional en versión metal. Charlie estrenó en sus filas a Jorge Álvarez “La Roja”, guitarrista de Gaia y Por Hablar, quien acompañado de los hermanos Castillo calentaron el escenario con lo mejor de sus discos “Organic I” y “Procrastination”.
La potente apertura llegó a su fin para dar una angustiosa espera para quienes desde hace horas morían por ver a su ídolo de la guitarra. A las 9:00 de la noche, las luces se apagaron y en escena se dio cita Slash junto a su banda para abrir la gala con “You’re lie” (single del álbum Apocaliptyc Love, de 2012). Seguidamente “Nightrain”, cover de su banda emblema ya dejaba lucir el amplio rango vocal de Miles Kennedy.
LA BESTIA DE LAS CUERDAS
“Halo”, “Ghost”, “Back from Cali”, “Wicked Stone” sacaron a relucir parte de su discografía solista marcada por el Hard Rock más puro y virulento, sin embargo el público sabía a qué iba: “You could be mine”, recordada por la película Terminator, fue el cover de Guns N Roses que despertó al público.
Miles Kennedy demostró por qué Slash lo eligió para liderar su equipo rockero en las voces, pues el amplio rango del estadounidense no hizo extrañar por nada del mundo al siempre polémico Axl Rose. Sin embargo, entre su alineación también destacó el bajista canadiense Todd Kerns, quien dejó a más de uno extasiado con su interpretación de “Welcome to the Jungle”.
El público quería más, y aunque se hizo extrañar “Fall to Pieces” (cover de Velvet Revolver que muchos pensábamos que tocaría), Slash supo dejar al respetable al borde del espasmo con un solo de guitarra de 15 minutos a mitad de “Rocket Queen” (otra más de los Guns), tras un cambio de instrumento por una cuerda rota. “Wold on Fire” y “Anastasia” (de impecable ejecución) siguieron en la lista de canciones solistas.
Para el cierre, el público peruano se rindió hasta el subsuelo cuando Slash levantó su guitarra en medio del escenario y en posición divina interpretó el mundialmente famoso punteo de “Sweet Child O’mine”, la canción símbolo de Guns N’ Roses y que enervó a las masas hasta puntos incontrolables de emoción.
Aunque fue de pocas palabras en el escenario, y demostró que lo suyo es la guitarra más que ser un frontman, el guitarrista presentó a su banda junto a Kenedy y cerraron la gala con “Slither”, famoso single de Velvet Revolver.
La despedida no fue breve, y aunque el público esperaba algunos temas más de Guns N’ Roses o Velvet Revolver, Slash y su banda regresaron a escena para cerrar con el himno rockero “Paradise City”, que una vez más dejó constancia que –valgan las odiosas comparaciones- Miles Kennedy es uno de los cantante más versátiles y virtuosos del mundo rockero actual.
Así cerraba Slash su concierto en Lima. Así saldaba esa angustiosa deuda que dejó a más de uno con los crespos hechos. Así fue el paso de un grande por nuestra capital y así se dio por demostrado que tras de alejarse de la peligrosa banda de Hollywood, el sonido orgánico de Guns N’ Roses se fue con él. Ese sonido que faltó aquella vez que Axl Rose hizo a esperar a miles por horas en el Nacional. Slash y su banda fue un espectáculo de lujo y soñar con una vuelta no cuesta nada.
Rob Reyna (@rob_core)
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