La banda escocesa Travis regresó a Lima, después de ocho años de ausencia, en un show íntimo solo para fanáticos.
Travis es de esas bandas que siguen manteniendo vigente el sonido britpop que surgió a principios de los 90s. Si bien los abanderados del movimientos son Oasis, Blur o Suede, este grupo de Glasgow (Escocia) se las arregló para seguir manteniendo vigente la simpleza y dulzura del rock inglés a principios del nuevo milenio.
Hace ocho años, el grupo liderado por Fran Healy demostró que la fanaticada peruana era fiel y los recordaba. Por ello, la deuda de volver a nuestro país seguía latente, y así fue como decidieron regresar para darle un concierto íntimo a sus más leales fans y que tuvo como centro el Anfiteatro del Parque de la Exposición, un local pequeño, íntimo, pero sobre todo perfecto para este tipo de conciertos por su acústica.
Mientras el local se encontraba a la mitad de su capacidad y el público seguía ingresando, el telonero peruano Wayo hizo su aparición para entregar una selección de sus cinco discos de estudio y agradeciendo en todo momento al público, a los organizadores y a Travis por darle la oportunidad "de cumplir un sueño" tocando en ese escenario.
A la 9:00 de noche, hora inglesa ─o sea, puntual─, Travis salió a reencontrarse con el público. La edificación de su escenografía constaba de edificios de cartón y al parecer será la misma que acompañe a la banda en esta minigira de presentación de su nuevo disco "Everything at Once" que llegará también a Chile y Argentina.
"Sing", como era de esperarse, fue la primera canción de la velada y el público peruano navegó desde el principio a esta delicada marea de sonidos en la que Travis nos embarcó. "Selfish Jean", "Writing to reach you" y "Driftwood" continuaron en el repertorio que se extendería por una hora y media.
La proximidad y humildad de Fran Healy, líder del grupo, se sintió desde adelante hasta el último asiento del Parque de la Exposición. En "Animals", el vocalista del grupo bromeó con que eran solo una banda semiprofesional y que ellos se diferenciaban de otras bandas en que les gustaba hacer música para la gente que aman sin importar si es comercial o no. La ocasión también fue propicia para coger una bandera peruana lanzada del público y demostrar su respeto a sus seguidores.
"Re-Offender" y "Side" se sumaron al setlist del show. Pero Travis quería sentir a los peruanos aún más cerca, y Fran Healy no la pensó dos veces al decirle a sus fans que quería verlos de cerca y saludarlos ─literalmente─. Así fue como bajó de la tarima ayudado por la seguridad y se metió entre la gente solo para saludarlos y darles las gracias por venir. Aún estando rodeado de sus fanáticos, el cantante se metió el corazón de todos al bolsillo al ponerse un chullo y cantar "Where you Stand".
"Moving" y "Paralysed" mantuvieron la intensidad del concierto a flote, pero no fue hasta "Closer" que los fans se unieron a un solo grito para ayudar a Travis a cantar el coro. Fran dejó el micrófono y se "apoyó" en el público durante las líneas "closer, closer, lean on me now...".
La despedida momentánea llegó con "All I Want to do is Rock" y "Turn", pero los asistentes sabían que el grupo aún no se podía ir. Bastó un solo llamado para que Fran Healy se acerque con una guitarra acústica y les diga a todos que cantaría una canción especial para él porque se la hizo a su esposa. Apoyado de la banda a un solo coro, Travis tocó "Flowers in the Window".
El momento se volvió intenso cuando la banda interpretó "Magnificent Time", para lo cual el cantante del grupo invitó a todos a que bailen con la canción, y la mejor forma de seguirse acercarse al público peruano que ya tenía en el bolsillo fue subiendo a cinco fanáticos que saltaron y bailaron al ritmo de la canción.
La despedida perfecta fue con uno de los himnos más escuchados y apreciados por el público. Con aquella canción perfecta para esos corazones deprimidos, para los que piensan que nada les puede ir peor, pero que seguro al escuchar esta canción saben que todo túnel siempre tiene una salida: "Why does it always rain on me?" marcó el cierre de un concierto íntimo, simple, nada pretencioso, pero que supo unir los corazones del público con el de estos cuatro músicos de Glasgow que prometieron volver.
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