Si aún no ha escuchado su nombre, es momento que se lo aprenda. El grupo de k-pop BTS se ha convertido en la primera banda asiática verdaderamente global. Entre sus récords, están el ser el primer artista que, sin cantar en inglés, corona la lista Billboard.
Son RM, Jimin, J-Hope, Suga, Jin, V y Jungkook. Aunque a muchos aún no les suenen, estos siete jóvenes del grupo BTS han alzado al k-pop surcoreano a nuevas ligas, hasta el punto de convertirse en la primera banda asiática verdaderamente global.
El reciente 2018 fue año de récord absoluto para esta 'boy band'; entre otros hitos lograron ser el primer conjunto surcoreano nominado para los Grammy y convertirse en el primer artista que, sin cantar en inglés, corona la lista Billboard de ventas estadounidense.
El éxito de BTS no solo en EE.UU. (agotaron en menos de 10 minutos las entradas para sus conciertos en Londres, París y Berlín en el 2018) ha llevado a la BBC a llamarlos "los Beatles del siglo XXI" ante el frenesí que generan y que tanto recuerda a la Beatlemania de los 60.
La banda, formada en 2013, se pasea hoy por escenarios de medio mundo y en populares shows televisivos como el de Jimmy Fallon. Esto, impensable hace poco para una banda asiática, los convierte en los primeros en lograr que un producto k-pop supere los círculos de fanáticos de la cultura pop surcoreana y alcance a todo el público a nivel mundial.
LA FÓRMULA DEL ÉXITO
A simple vista BTS presenta los ingredientes de otros grupos de k-pop (son jóvenes, apuestos y su sonido es pegadizo con ritmos del trap al son latino), lo que induce a preguntarse qué los ha llevado mucho más lejos que al resto.
"Su dedicación al mantener a sus fans al día en las redes sociales es impresionante y es importante a la hora de haber construido una enorme base de seguidores", cuenta la estadounidense Jenna Gibson, pródiga articulista de k-pop.
En 2018 BTS fue el usuario de Twitter sobre el que más se tuiteó por segundo año consecutivo y además fue autor del tuit más "gustado" del año. También, por segundo año seguido, arrebataron el premio Billboard al mejor artista en redes sociales a Justin Bieber.
Sus seguidoras, que responden al nombre de ARMY (traducible como legión de seguidoras en español) son otra parte indispensable de la ecuación para entender la "BTSmania", explica Gibson.
"Muchos grupos de fans organizan eventos y trazan objetivos con cada nuevo sencillo, pero ARMY lo lleva a otro nivel", cuenta al detallar como, en EE.UU., unidades regionales de fans se organizaron para llamar a estaciones de radio y lograr que emitieran temas del grupo.
Pueden parecer minucias, "pero al amplificarlo a infinidad de grupúsculos locales, su fuerza puede ser increíble", añade Gibson. Ella puntualiza que "al final, todo se reduce a la excelente música y actuaciones del grupo", sin las cuales BTS no arrastraría a la gente.
LA CABEZA DETRÁS
En este sentido, Gibson recuerda que sus canciones tocan temas que van desde el estrés académico que sufren los adolescentes surcoreanos al empoderamiento femenino, algo inédito en el país asiático y que puede responder a que la agencia que creó y gestiona al grupo no es ninguna de las tres grandes del k-pop.
La empresa, Big Hit, que solo lleva a otro grupo recién lanzado y a un solista, ha parecido mostrarse más libre a la hora de experimentar musicalmente y en mercadotecnia.
Y ante todo ha logrado que en una industria como la surcoreana, en la que pocos grupos sobreviven al éxito, BTS no se haya separado en cinco años pese a la enorme presión -en este caso, a nivel global- que soportan estos siete jóvenes que apenas superan la veintena. (EFE)
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