El amor, la música y la familia: la pareja de cantautores abrió las puertas de su estudio y reveló detalles de su relación en el escenario, en su matrimonio y con sus seguidores.
Todo músico sueña con convertir un rincón de su hogar en el laboratorio acústico que les permita plasmar su inspiración en melodías. Alejandro y Maria Laura cumplieron ese sueño. Aunque, en su caso, poco a poco fueron reemplazaron ciertos instrumentos.
Donde en su momento hubo una pandereta, hoy reposa una sonaja. Donde sonaba la batería, hoy se encuentra un pequeño corral. Y donde los atriles sostenían sus partituras, ahora hay juguetes.
Desde que este dúo peruano inició su carrera hace 9 años, sus integrantes sabían que sus vidas musicales y personales compondrían una sola armonía eterna. Lo comprobaron con la llegada de Aurora, su pequeña hija, que con solo 7 meses se ha insertado en el día a día de la banda.
A pocas semanas de culminar una exitosa gira por México y Estados Unidos, la joven familia Rivas Bustamante nos recibe en su casa y nos deja conocer más a fondo no solo a los cantautores, sino a los esposos y padres que se han convertido en una de las bandas peruanas más queridas.
Alejandro abre la puerta. Su entusiasmo no esconde ese desvelo que todo padre primerizo carga sobre sus párpados. “Disculpen el ánimo, chicos. Aurora apenas ha dormido y estaba aprovechando el momento. No creo que en la noche tenga la misma suerte (risas)”, confiesa.
El camino al lugar de la entrevista se vuelve ameno gracias a un intercambio de anécdotas. “Cuando me decían ‘No sabes en lo que te metes’ [con referencia a convertirse en padres], no les creía. Y aunque disfruto cada momento, voy entendiendo a lo que se referían”, acota.
Llegamos a su centro de operaciones. El búnker acústico que ambos usan como laboratorio musical. Allí nos encontró Maria Laura, quien hace una pausa en su ardua tarea como madre. Es inevitable admirar la comodidad con la que Alejandro y Maria Laura se desplazan en este espacio. El estudio es su territorio, su hábitat.
¿Es imposible para un músico separar su mundo de acordes y melodías de su familia? “Si bien es cierto tenemos momentos para ambos mundos, con el tiempo nuestra relación, nuestra hija y nuestra música se han ido compenetrando y formando una sola línea”, responde Maria Laura.
“A pesar de que vivimos y trabajamos juntos desde hace muchos años, somos muy diferentes, incluso en nuestros gustos musicales, lo cual es lo más curioso”, comenta Alejandro. “Creo que eso nos ayuda mucho, porque le da mayores perspectivas a nuestro trabajo”.
Su último disco, “La casa no existe”, demuestra el crecimiento del dueto. Su trabajo no solo es admirado por sus seguidores y amigos, sino también por reconocidos músicos latinoamericanos.
“Hemos trabajado con Juanito ‘El Cantor’, Susana Baca y Kevin Johansen. Eso ha sido un tremendo honor. Cuando viajamos a México estuvimos chateando con Natalia LaFourcade. ¿Sabes lo que fue eso? (risas)”, cuentan emocionados.
LA MÚSICA, SU TERAPIA
El amor no es como en los cuentos de hadas, y tanto Alejandro como Maria Laura lo saben. La convivencia, el trabajo y las peripecias de esta vida musical paralela los ha llevado a explorar distintos métodos para mantener el orden.
En ese sentido, los músicos encontraron su mejor terapia de pareja: "Matrimonio". Una canción que ha marcado a sus seguidores y que se ha convertido en una suerte de "manual musical para líos sentimentales".
“Lo curioso de 'Matrimonio' es que la compusimos en un momento en el que estábamos llenos de conflictos. Renegábamos de todo, nos molestaba todo, discutíamos por el trabajo del otro, no nos poníamos de acuerdo en nada”, confiesa Maria Laura.
“Escribir esa canción fue como descargar todo lo que teníamos dentro. Y si te das cuenta, ‘deja caer la copa, que se emborrache la alfombra’, es un momento de liberación, de soltar ese conflicto que teníamos sobre nosotros, no hubo mejor terapia para nosotros”, agregó Alejandro.
Paradójicamente, la música tiene distintas interpretaciones. La canción que para ellos fue una descarga emocional, para otros fue sinónimo de celebración. Alejandro lo recuerda con una anécdota: “Hubo una pareja que nos pidió que cantemos 'Matrimonio' en su boda y nosotros le dijimos ‘¿Están seguros?’. Y fue allí donde comprendimos que los temas van a ser entendidos dependiendo del momento en el que te encuentres”.
Sobre su identidad musical, ellos nos cuentan que nunca han querido encasillarse en un solo género musical. Y eso ha quedado demostrado en cada álbum que han lanzado.
“Somos muy inquietos creativamente, queremos probar hacer cumbia, rock o lo que sea”, dice Alejandro. “El mundo siempre te quiere catalogar en algo. En un momento, dijimos que hacíamos indie folk, pero era más como para salir de la pregunta” agregó
Por su parte, Maria Laura nos contaba que “nosotros buscamos más la canción que el género. Siempre hemos querido que sea la canción la que nos diga qué hacer y no el género”.
EL PÚBLICO Y EL AMOR
Una de las claves del éxito de esta pareja de cantautores ha sido la conexión con sus seguidores. Ya sea en sus conciertos o gracias a su interacción con ellos a través de sus redes.
Aquellos que han tenido la oportunidad de ir a alguna de sus presentaciones saben que, en el último tema del show, "Feliz aniversario", tendrán la oportunidad de subir al escenario a dedicarle un mensaje a la persona que aman.
“Nos ha pasado de todo con la canción 'Feliz Aniversario': se han subido a hacer pedidas de mano, declaraciones de amor, de desamor, declaraciones de doble y triple amor, cosas muy locas”, cuenta Alejandro entre risas.
Pero por mucho que los cataloguen como una banda de amor, ellos sienten que han marcado cierta distancia del tema. “No somos cursis, tenemos un respeto por el amor real y le huimos un poco al amor adolescente, ese que te hace volar y no hace que mantengas los pies sobre la tierra”, agrega.
Ellos aclaran que no son 'anticupidos' ni odian el romanticismo, sino que el amor “lo vivimos como creemos que realmente es”.
“Hace algunos años hemos empezado a hacer conciertos en San Valentín. Hoy tenemos uno. Y siempre está esa magia que se siente en el ambiente. Creo que hasta ahora nos sorprende que nos tomen tan en cuenta en fechas como esta”, dice Maria Laura.
Para los que han tenido oportunidad de asistir a sus conciertos, habrán notado que es casi una reunión entre amigos. Una sesión privada en donde ellos comparten su música, como si estuviesen en la sala de su hogar.
“Nos gusta más la temática de los conciertos, porque el público va a escucharte. No como cuando te escuchan en el celular o internet, que por ahí se topan contigo, estos es más directo”, confiesa Alejandro.
"En los conciertos hemos visto que tenemos público de todas las edades y eso nos ha parecido genial. Creo que ahí está la libertad musical que siempre buscamos", agregó Maria Laura.
EL TIEMPO
Con los años, su música, sus vidas, sus gustos y muchos otros aspectos de su vida han cambiado. Para ellos, la música los ha ayudado a percibir esta curiosa y atractiva evolución.
“Hace años escribí ‘María Flojera’, como jugando, y era casi un retrato de la Maria Laura de ese momento, que vivía pensando en dormir. Pero las últimas veces que lo hemos cantado, he sentido un nudo en la garganta, porque ahora es un grito de auxilio, [una mujer] que pide que por favor la dejen dormir”, confesó Maria Laura.
“Nuestras responsabilidades, por más gusto que nos den, nos han copado por completo el día a día. Y aunque las disfrutemos, llega un momento en el que una necesitas una pausa y un respiro”, agrega.
ADAPTANDOSE AL FUTURO
Con el buen rumbo que está llevando su carrera musical, es inevitable que piensen constantemente en superarse y trazarse nuevos objetivos. “El próximo año celebramos 10 años y queremos hacer algo importante”, dijo Alejandro.
“Estamos replantenándonos y, de momento, trabajando en los espectáculos que tenemos. Habrá un remix de ‘Agüita del Equilibrio’, que lo está haciendo Juan Campodónico, y también estamos pensando pasar una temporada más larga en México”, nos contó Maria Laura.
Ellos no dejan de sumar retos a su carrera. Las tocadas, las giras, los ensayos, los pañales, la falta de sueño y su día a día, les ha enseñado que todo es posible con trabajo y comunicación.
La entrevista había terminado. Y era el turno de posar para nuestro lente. La química y la complicidad que pudimos notar durante la entrevista y sus conciertos, se dejó ver por completo en ese momento.
Justo al momento de despedirnos, el teléfono de los jóvenes padres sonó. Era momento de cerrar el telón. Aurora había despertado.
PRÓXIMO CONCIERTO:
Francois Peglau + Alejandro & Maria Laura
Jueves 1 de marzo
Fuga (Almirante Grau 701, Barranco)
Entradas: Joinnus
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