Los habitantes de esta comunidad campesina se dedican a la elaboración de ollas, cántaros, cazuelas y tinajas con arcilla y shashal, elementos que los extraen de la puna.
La gastronomía peruana es una de las mejores del mundo; y la ancashina, no se queda atrás. Los expertos de la cocina hacen gala de sus bien guardados secretos para satisfacer a los paladares más exigentes.
Sin embargo, esta vez no hablaremos de nuestros variados potajes, sino de un elemento particular que sin duda le da un toque especial a la comida. Me refiero a las famosas ollas de barro, bastante usadas por los más destacados del arte culinario.
En las siguientes líneas podrá conocer cómo los habitantes de la comunidad campesina de Acopalca, ubicada en la provincia ancashina de Huari, las elaboran para la venta al público y también para obtener algunos alimentos mediante el trueque.
Los primerso pasos
Las ollas de barro están hechas de arcilla, también llamada raco en quechua, y shashal. Ambos elementos son traídos de la puna. El shashal es un antiplasmático de piedra pizarra molida. Ambos deben solearse para pasar por un proceso de demolición y selección, hasta que queden como arena muy fina que se mezcla con agua.
Una vez obtenida la masa, se pisotea varias veces y se envuelve en una bolsa plástica durante 24 horas. Para que el artesano pueda darle forma a los recipientes, ya sean ollas, tinajas, cántaros o cazuelas utiliza un instrumento llamado tillá, el cual es circular y sobre su base se realiza la construcción.
El productor va dándole forma con sus hábiles manos y utilizando agua y franela le da el acabado a su obra de arte. Posteriormente, el producto es sometido a un periodo de secado por dos o tres días, cambiando siempre de posición para que el color quede parejo.
El proceso del Tambuy
Luego del secado de la olla se escarba en el suelo un hoyo circular relativamente profundo, dependiendo de la cantidad de vasijas, las cuales se colocan sobre las achupallas secas y son cubiertas con plantas de icho, las mismas que también son esparcidas por los costados.
Luego, se coloca la paja de trigo, se rosea un poquito de agua en los costados y finalmente, aunque no lo crea, se le coloca excremento de vaca seco. Éste permite que el fuego dure las 24 horas necesarias para que las llamas quemen las ollas, las cuales cambian a un color rojizo.
Transcurrido el tiempo hay que retirarlas una por una con una madera larga y llevarlas con cuidado a un lugar donde puedan enfriarse, para luego venderlas, usarlas en casa o cambiarlas con otros productos, a través del truque, refiere el profesor Juan Chávez Rodríguez.
La demanda de las ollas de barro
El docente manifiesta que este producto es muy buscado por la población de diferentes partes del país porque es elaborado con material ecológico y además, le da un valor agregado a la comida peruana.
Refiere que el secreto de las ollas de Acopalca está en que se le elaboran con mayor cantidad de shashal, ingrediente que le da mayor resistencia y durabilidad. Una vasija puede costar S/.30 y un cántaro S/.60, dependiendo del tamaño.
No hay nada mejor que deleitarse con un arroz con pato, un cabrito, un shambar o un requísimo dulce preparado en una olla de barro, pero si no puede ir hasta Acopalca a comprar una, en este artículo le dejamos todas las indicaciones para que usted mismo pueda fabricar una.
Por: Yanet Reyes
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