Solo en el mes de julio se produjeron siete incendios que destruyeron 19 mil 800 hectáreas; 80% de pastizales y 20% de matorrales.
Uno de los principales atractivos turísticos de la región Áncash es sin duda el Parque Nacional Huascarán, declarado por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad. También es famoso por tener en su territorio a 16 picos de nevados por encima de los 6.000 msnm.
Su extensión alcanza las 340 mil hectáreas y abarca parte de las provincias de Huaylas, Yungay, Carhuaz, Huaraz, Recuay, Bolognesi, Huari, Asunción, Mariscal Luzuriaga y Pomabamba. Además el PNH protege una de las zonas con la mayor diversidad biológica del país.
Los incendios y sus consecuencias
Sin embargo, su riqueza animal y vegetal se ha visto muy afectada por siete incendios que los lugareños han provocado en el lugar solo en el mes de julio, los cuales han afectado unas 19 mil 800 hectáreas: 80% de pastizales y 20% de matorrales.
Clobaldo Figueroa Blas, especialista en turismo del Parque Nacional Huascarán, explica que los incendios se iniciaron en la zona de amortiguamiento y por las condiciones climáticas de la zona rápidamente se extendieron al área del parque.
Refiere que en algunos casos los pobladores creen que al quemar el pasto renuevan sus tierras y atraen las lluvias, y en otros casos, se olvidan de apagar las fogatas que encienden cuando preparan los alimentos durante su labor de pastoreo.
Pero, la cobertura vegetal, que en algunos sectores luce como un manto negro, no ha sido la única perjudicada por la irresponsabilidad de algunas personas, sino también la fauna, pues los venados, tarucas, zorros y vizcachas han migrado a otros lugares porque su hábitat ha sido totalmente destruida. Lo que es peor, estos animales han sido cazados y en algunos casos atropellados en su afán de ponerse a buen recaudo.
Sensibilizando a la población
Clobaldo Figueroa señala que si bien las áreas afectadas con los incendios se recuperan, a través de un proceso natural, es importante sensibilizar a la población rural, a fin de prevenir siniestros y prepararlos para la lucha contra el fuego.
Con ellos hacemos el trabajo de bomberos y los capacitamos en temas de reforestación de quenuales para sumar esfuerzos, sostiene Figueroa.
Señala además que sofocar un incendio demora una semana y las veces que se han presentado ha comprometido el apoyo de guardaparques, policías de turismo, serenos, personal de recursos naturales del gobierno regional y de la población.
El turismo no se detiene
A pesar de estos eventos, el turismo en el Parque Nacional Huascarán no se ha detenido, por el contrario se estima que este año crecerá del 5% a 10%, predominando el turismo convencional, es decir las visitas de peruanos a diferentes atractivos naturales como la laguna de Llanganuco, Pastoruri solo por un día.
El año 2010 se registró 120 mil visitantes nacionales y extranjeros al parque y el año pasado la cifra se incrementó a 128 mil.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con el turismo de aventura, pues se ha notado un descenso en la llegada de extranjeros, probablemente por la crisis económica europea, manifiesta Figueroa.
Refiere que por concepto de turismo, el Parque Nacional Huascarán reporta al año un promedio de un millón y medio de soles, monto que es depositado en las cuentas del Ministerio de Economía y Finanzas. “Hay una reglamentación que señala que el 70% de estos ingresos deben revertir al PNH, pero lamentablemente no es así”, precisa.
En el Perú hay más de 140 áreas protegidas, de las cuales no todas generan recursos como el Parque Nacional Huascarán y, al parecer, el dinero que este produce debe compartirlo con los demás, aun cuando aquí hace falta para realizar programas de preservación de flora y fauna y reforzar el trabajo con los pobladores en el mejoramiento de pastizales, señala nuestra fuente.
Por: Yanet Reyes
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