Comunicado de trabajadores de la minera consigna amenazas en su contra. Monseñor también ha recibido llamadas telefónicas y han quemado un ataúd con su nombre.
En diálogo con RPP, el Arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto Jimeno, también coordinador de la mesa de diálogo ambiental de la Región Junín, denunció que trabajadores de la minera Doe Run difundieron un comunicado en el que lo consideran "como un enemigo de los trabajadores y que la paciencia tiene su límite y pronto actuaremos".
Tras consignar su nombre agregan "lamentamos deslindar con estos supuestos defensores de la salud diseccionados por apetitos personales, sin embargo que se atengan a las consecuencias porque todo tiene su límite".
"Esta no es la primera vez que sucede. Es respecto a la ciudad de La Oroya y a la fundición polimetálica de la Doe Run Perú", señaló monseñor Barreto y agregó que en respuesta, el Arzobispado ha difundido otro comunicado deslindando responsabilidades si algo sucediese en su contra, a manera de "medida preventiva".
El Arzobispo señaló en RPP, que trabaja "defendiendo la vida y defendiendo la actividad minera con auténtica responsabilidad social" desde la creación de la mesa de diálogo ambiental para colaborar con el Estado y poder revertir la situación en La Oroya, que como se sabe, es una de las diez ciudades más contaminadas del mundo.
A su turno, uno de los suscriptores del comunicado y trabajador de Doe Run Perú, Roberto Guzmán, alegó que hubo una mala interpretación del comunicado.
"De ninguna manera amenazamos. Los trabajadores alzan su voz de protesta", aseveró. Manifestó que la frase "atenerse a las consecuencias" se refería a los resultados de un paro, de una movilización que afectan la actividad económica en la Región.
"No estamos aludiendo a nadie. Tenemos paralizado el último proyecto de construcción. Estamos en la calle. Como pastor, como cristiano, debe estar de acuerdo con nosotros", sentenció en RPP.
En respuesta, el arzobispo Barreto afirmó que respeta lo que dijo el trabajador, pero "que la verdad es que se ha olvidado que quemaron un ataúd con mi nombre" o que también desconozca que lo llamaron para amenazarlo.
El Monseñor agregó que lo más importante del comunicado es el problema laboral tal como lo indica. "Para mí es un robo gravísimo", afirmó y pidió al Gobierno Central que se busque juntamente con los trabajadores parar el foco del conflicto social.
Comparte esta noticia