En ceremonia pública los familiares del comisario Armando Barrantes destacaron las cualidades del efectivo del orden.
Luego de una misa de cuerpo presente en la iglesia Catedral, los cuerpos del comisario Armando Barrantes Hurtado y su hijo de iniciales D.B.G (13) fueron llevados hasta la comisaría de la provincia de Jaén, región Cajamarca, donde se realizó una ceremonia de despedida y sus familiares exigieron la pronta captura de los asesinos.
Wilfredo Barrantes Hurtado, durante la ceremonia recordó que su hermano siempre tuvo una vida dedicada a la institución policial, además participó activamente en la recuperación de las armas de fuego robadas en la comisaría del distrito de Puerto Ciruelo en la provincia de San Ignacio.
El efectivo policial había alcanzado el grado de Brigadier y la ceremonia de ascenso se realizaría el día de ayer en la comisaría de Santa Rosa, por ello su esposa, Marta Guerrero Cieza e hijo habían ido a visitarlo para estar presentes en la ceremonia de ascenso.
Por su parte, Héctor Barrantes, primo del comisario, mencionó que por la profesión que eligió su ser querido, la familia estaba preparada para cualquier eventualidad, pero no estuvieron preparados para la muerte de su sobrino.
En la ceremonia estuvieron presentes los altos mandos policiales de la policía de Jaén, quienes ofrecieron seguir con las investigaciones hasta dar con los responsables del ataque a la comisaría distrital de Santa Rosa en Jaén.
Según versión de los familiares de las víctimas, Marta Guerrero Cieza, recibió la orden de esconderse debajo de la cama mientras su esposo se enfrentó a los delincuentes, cuerpo a cuerpo, y por ello recibió los impactos de bala.
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