´Podemos limitar el sufrimiento, pero no podemos suprimirlos. Amar duele, decir la verdad duele, vivir la justicia duele´, dijo el Primado del Perú.
Durante la explicación de la última frase de Jesucristo en la cruz "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu", el cardenal de Lima Juan Luis Cipriani, hizo hincapié en la justicia que la sociedad actual necesita. En ese sentido, condenó el abuso al más débil.
"Da pena ver a un Pilatos, porque cobardes siempre hay", indicó.
Asimismo, refirió que no se puede limitar el sufrimiento, opción que el hombre busca con desesperación.
"Podemos limitar el sufrimiento, pero no podemos suprimirlos. Amar duele, decir la verdad duele, vivir la justicia duele", dijo el Primado del Perú.
El Nuncio Apostólico hizo un llamado a los fieles que abarrotaron la Catedral de Lima, a atreverse a darle un abrazo al enemigo, a atreverse a decir la verdad, a tener el coraje de dar de comer a quien no le sobra.
Durante el Sermón de las Siete Horas que tuvo tres horas, la imagen del Señor de los Milagros permaneció en el atrio de la Catedral.
Finalizado el acto religioso, las andas del Cristo Moreno retornarán al Santuario de Las Nazarenas en el jirón Huancavelica, Cercado de Lima.
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