Se encontró al adolescente culpable de homicidio. El abogado apeló a una de las medidas y señaló que no se tuvo en cuenta la larga distancia que el menor debe recorrer cada día para cumplir con la sentencia impuesta.
Este martes se dictó sentencia en primera instancia contra el menor del caso del colegio Trilce. El adolescente que llevó un arma de fuego al centro educativo con la que disparó a dos compañeros, uno de los cuales falleció, fue declarado autor de homicidio culposo en agravio de los herederos legales de la víctima.
Además de realizar un pago de S/35 000 “a favor de los herederos legales”, se impuso la medida “socioeducativa de libertad restringida” por ocho meses. Esta obliga la asistencia diaria del menor al Centro Juvenil de Servicio de Orientación al Adolescente (SOA) de Lima Este para recibir orientación y otras medidas que establezca el equipo multidisciplinario.
El abogado Walter Ayala Gonzáles apeló la sentencia y dio a conocer sus motivos: entre ellos, explicó que no se tomó en cuenta la distancia entre Villa El Salvador y Santa Anita. El adolescente vive y estudia en el primer distrito mencionado.
“Hasta que el menor llegue a su casa y almuerce, ya se acabó el día. Entonces para cumplir el mandato, el menor dejaría de estudiar”, señaló el abogado. Señaló, además, que el adolescente está recibiendo terapias psicológicas particulares y del Ministerio Público.
“Es por eso que estamos solicitando que la medida a imponerse sea variada a una pena de libertad asistida la cual sea más acordé y real a la rehabilitación del menor”, argumentó Ayala Gonzáles.
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