Diferentes personalidades se manifestaron en contra de la venta de este edificio a inversionistas extranjeros, por ser considerado patrimonio histórico de Chimbote.
El próximo 24 de agosto, Proinversión pondrá a subasta el Hotel de Turistas de Chimbote, considerado patrimonio histórico de este puerto ancashino, que fue construido allá por el año 1943 para albergar a turistas nacionales y extranjeros, quienes disfrutaban de los interminables días de sol, sumergidos en el prodigioso mar, el cual por aquel entonces estaba libre de contaminación.
Este hecho ha generado la inmediata reacción de historiadores, profesionales y empresarios, quienes han planteado que sea la Municipalidad Provincial del Santa la que adquiera esta antigua infraestructura, que tiene un costo de S/. 1’945,000 soles, a fin de convertirla en un centro cultural para los chimbotanos y por qué no, también, para los ancashinos.
Para el periodista y escritor chimbotano Teobaldo Arroyo Icochea, el Hotel de Turistas es el símbolo del turismo en nuestro puerto “En él se hospedaban alemanes, chilenos y visitantes de diferentes partes del mundo que llegaban a esta ciudad para disfrutar del mar”.
Refirió que este predio debe conservarse como patrimonio cultural de Chimbote porque forma parte de su historia y mencionó que si este inmueble pasa a manos de inversionistas chilenos, sería como arrancarle un pedazo de corazón a los chimbotanos.
“Los antiguos chimbotanos hemos sido testigos de la construcción de este edificio y lo hemos visto crecer. Es parte de nuestra identidad y no podemos permitir que nos sea arrebatado”, expresó Arroyo.
Por su parte, el empresario grifero, Josué Noriega Ravello manifestó que la cadena de tiendas SODIMAC estaría interesada en comprar el Hotel de Turistas, ubicado a orillas de la Bahía y señaló que de concretarse esto, nos estaríamos despidiendo de una de las edificaciones más emblemáticas de Chimbote, cuya imagen nos ha representado a nivel mundial a través de las postales.
“Yo recuerdo que hace muchos años, cuando era niño, mi padre me traía hasta la playa que está frente al Hotel de Turistas, el cual parecía un palacio en medio del desierto porque fue el primer edificio que se construyó en Chimbote. La arena del mar era dorada, pues en ese tiempo no había contaminación”, recordó Noriega.
Por: Yanet Reyes
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