Los ejemplares han sido inyectados con una proteína sintetizada con el objetivo de que generen anticuerpos contra el coronavirus. Los estudios en estas alpacas servirán como complemento a otras pruebas.
Una vacuna contra la COVID-19 diseñada en Perú ha comenzado a probarse en alpacas, después de haber tenido resultados satisfactorios en gallinas, confirmó el laboratorio a cargo de los estudios.
El gerente general del laboratorio Farvet, Manolo Fernández, explicó que son tres los ejemplares de alpacas a las que se les ha inyectado una proteína sintetizada para que el animal genere los anticuerpos específicos contra el nuevo coronavirus.
Los estudios en estas alpacas libres de patógenos servirán como complemento a otras pruebas que se realizarán simultáneamente en ratones de similares condiciones, para las que Fernández confía en obtener resultados concluyentes que avalen la efectividad de la vacuna. El siguiente paso será probarla en primates.
Gallinas inmunizadas
Durante la primera fase de pruebas realizada en gallinas, la vacuna logró inmunizar exitosamente a estos especímenes frente al coronavirus, afirmó Fernández.
"Recién hemos procedido a vacunar tres alpacas como símbolo nacional y para complementar el proyecto de producción de nanoanticuerpos", dijo el gerente en relación a estos animales conocidos por su fina y valiosa lana.
"Las pruebas con alpacas durarán unos 28 días, pero cada semana iremos comprobando cuál es la cinética de producción de anticuerpos. Paralelamente haremos lo mismo con los ratones", agregó.
Diseñada informáticamente
La proteína inyectada en alpacas fue diseñada junto al Laboratorio de Bioinformática y Biología Molecular de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), a cargo del doctor Mirko Zimic, que usó varias secuencias del genoma del virus, entre ellas una de Perú de una cepa aislada por el Instituto Nacional de Salud (INS).
El método elegido es el mismo que ha resultado exitoso para este laboratorio en otros tipos de coronavirus que causan neumonías en aves.
Consiste en sintetizar y producir proteínas llamadas "Spike S1", que impiden al virus adherirse a los receptores de la membrana de la célula y, por lo tanto, ingresar en ella para replicarse en su interior.
Si los resultados son concluyentes en animales, el siguiente paso será hacer las pruebas en humanos, un proceso más largo hasta demostrar que la vacuna no tiene efectos secundarios en el organismo.
El desarrollo de esta vacuna cuenta con financiación del Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica, que apoyó la iniciativa con 350 000 soles como parte de un concurso público de proyectos de ciencia e innovación para hacer frente a la emergencia de la COVID-19.
(Con información de EFE)
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