Tras el alarmante caso de la joven española Patricia Aguilar captada por una secta en el Perú, especialistas explican qué son y en qué medida pueden convertirse en un peligro pertenecer a estas organizaciones.
El alarmante caso de la joven española Patricia Aguilar y otras dos mujeres captadas a través de Facebook por una secta en el Perú y halladas desnutridas y enfermas en Junín, pone en la palestra a este tipo de organizaciones. ¿Qué son y en qué medida pueden convertirse en un peligro pertenecer a ellas?
El experto en seguridad digital, Miguel Guerra, advierte que las redes sociales se han convertido en el principal canal de contacto de mujeres jóvenes, menores de edad en su mayoría, y que por ello es muy importante la supervisión de los padres.
“Pueden existir maneras de controles parentales, en los cuales los padres pueden saber cuándo se agrega a una persona nueva, conociendo la interacción del menor, los comentarios, a quienes agrega, qué cosa publica en el muro. Son aplicaciones que están en la red”, dijo el especialista.
Táctica: despersonalizar al individuo
Por su parte, el antropólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), José Sánchez, indica que una secta es una forma de organización que usualmente rechaza al mundo y, por tanto, se aparta de este bajo un fuerte compromiso de los seguidores.
Así pues, no siempre tienen un sentido religioso y sus líderes poseen características específicas como una personalidad dominante y cautivante. “Sabe bien que posee esas cualidades y las emplea para sus fines grupales y personales, con lo cual establecen relaciones de poder y de sujeción bastante fuertes”, agrega Sánchez.
Indica que pertenecer a una secta se convierte en algo negativo cuando se despersonaliza al individuo y se vuelve dependiente de otras voluntades que no es la propia.
¿Cómo convencen a los adeptos?
Para Balbina Cárdenas, especialista en temas de trata de personas, no existe un solo factor para que una persona decida dejar su modo de vida atrás para unirse a una secta.
“Es multifactorial: social, económico, mental. En el caso de las chicas adolescentes, es la ilusión y la necesidad. Si no hay esta necesidad económica, es el vacío de amor, de cariño, que mezcla este vínculo con el victimario que le da lo que quiere”, indica.
En el mundo se han dado otros casos de sectas donde las personas captadas han sido sometidas a abusos y vejaciones.
Es el caso de NXIVM, en Estados Unidos, que aún registra denuncias sobre casos de esclavitud a sus adeptos, o el llamado “Culto de Colin Batley” en Gran Bretaña, en el que se violaban a mujeres y menores de edad.
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