"Dios nos quiere divisiones, competencias, enfrentamientos, exclusiones, ni marginaciones, sino paz", dijo hoy durante misa realizada en el atrio de la Catedral.
Un llamado a la unidad y a la fraternidad, realizó hoy el arzobispo del Cusco, monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, durante la homilía del Corpus Christi, en el atrio de la Catedral.
La solemne eucaristía presidia por primera vez por el prelado de la Iglesia, fue concelebrada por el secretario de la Nunciatura Apostólica del Perú, José Antonio Texeira Alves, el vicario general de la Arquidiócesis del Cusco, Israel Condorhuamán y el presbiterio.
“Dios nos hace un llamado a la unidad y la fraternidad; no quiere divisiones, competencias, enfrentamientos, exclusiones, ni marginación; por el contrario, nos hace un llamado a vivir en paz, esa paz que es fruto de la justicia”, dijo.
“La eucaristía es el sacramento del amor y sólo el amor podrá reconstruir la familia, la juventud, la sociedad, que hoy se autodestruyen porque se alejan cada día más de Dios”, agregó.
Al finalizar los actos religiosos se dio paso a la veneración del Santísimo Sacramento en la carroza de Plata, por todo el perímetro de la Plaza de Armas, y posteriormente a la procesión de las imágenes de los santos: San Antonio Abad, San Jerónimo, San Cristóbal, San Sebastián, Santa Bárbara, Santa Ana, San Blas, Santiago Apóstol, San Pedro, San José, la Virgen de la Almudena, la Virgen de los Remedios, la Virgen Purificada, la Virgen de Belén y la Virgen Linda de la Catedral (Inmaculada Concepción); todos con sus mayordomos, danzas y comparsas.
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