El fenómeno destruyó 1.259 casas y 6.500 hectáreas. Indeci estimó que cerca de 18 mil personas resultaron afectadas. El Gobierno espera evacuar 1.500 turistas que continúan en Aguas Calientes.
El Gobierno peruano ha destinado 13.2 millones de soles (4.6 millones de dólares) para atender las necesidades de las zonas del sur del país afectadas por un fuerte temporal, informó el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez.
Velásquez cifró en 600 las personas evacuadas hasta ayer y en 1.500 las que continúan en el pueblo de Aguas Calientes, ubicado a las faldas de la ciudadela inca Machu Picchu.
Explicó que el traslado por helicóptero de los turistas que permanecían varados en la zona se ha organizado en función de "criterios técnicos" y negó que se haya evacuado solo a extranjeros y no a ciudadanos peruanos, tal y como criticaron desde el lugar algunos afectados.
Ante el rumor difundido de que algunos helicópteros privados cobraban por trasladar a las personas, el jefe del gabinete aseguró que las fuerzas militares allí desplazadas no constataron ninguna actuación de este tipo.
En su opinión, se respeta el criterio de enfermos, niños, mujeres y hombres deben salir primero de Aguas Calientes, a unos 1.100 kilómetros al sureste de Lima.
El titular de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo, dio por reanudado el tránsito entre Ollantaytambo y Machu Picchu, aunque todavía falta habilitar la vía férrea hasta la ciudadela.
Se estima que desde el domingo han perdido la vida diez personas a causa de las precipitaciones pluviales, las más intensas en los últimos 15 años, según el Instituto Nacional de Defensa Civil, que cifró en casi 18.000 los afectados en la región de Cusco.
Velásquez, que ha sobrevolado las zonas "duramente afectadas" junto a los jefes de Defensa Civil y del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, indicó que pasarán varias horas hasta que se organicen todos los esfuerzos para atacar la emergencia.
No obstante, agregó que los almacenes de la Defensa Civil están "suficientemente cubiertos" con carpas y camas y que los puentes de las localidades de Pisac y Calicanto (Ollantaytambo) estarán operativos a partir de mañana por la tarde.
La ministra de la Mujer, Nidia Vílchez, informó que en la provincia cusqueña de Quispicanchis 400 viviendas de adobe se han derrumbado y que ya se ha entregado a la población diez toneladas de alimentos, mientras que otras 30 toneladas se destinarán a la vecina región de Huancavelica.
Según datos aportados por los ministros de Vivienda y Agricultura, Juan Sarmiento y Adolfo de Córdova, respectivamente, 1.259 casas han sido destruidas y hay 6.500 hectáreas de cultivo afectadas, de las que unas 2.400 se dan por perdidas.
EFE
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