Los inquilinos de la casa ubicada entre la calle Tumbes y Piérola aseguran que en las noches se escuchan gritos aterradores y ruidos extraños.
Mucho se ha dicho de la casa ubicada entre las calles Tumbes y Nicolás de Piérola en la ciudad de Juliaca. Esta se encuentra en un lugar céntrico a pocas cuadras de la plaza de armas. Sus inquilinos fueron ahuyentados al escuchar gritos aterradores así como ruidos de puertas.
Según relatan Teresa Cáceres y Heráclides Luza en el libro Fogata del ande, una compilación de cuentos, leyendas y cosas misteriosas, que los vecinos de la zona aseguran, que desde muchos años atrás, cosas raras se han suscitado en esta vivienda y por eso sus ocupantes huyen cada vez que arriendan las habitaciones.
Hace algunos días, la casa fue pintada para poder incursionar con el negocio de comidas, sin embargo, los vecinos mueven la cabeza de arriba hacia abajo, como diciendo que este negocio no durará mucho.
La leyenda cuenta que la zona estaba habitaba por una mujer muy hermosa, de la que un joven quedó perdidamente enamorado, amor que ella también correspondió.
Se dice que la joven vivía en una laguna por lo que aseguran que era una hermosa sirena.
Su padre, el rey de las lagunas, al enterarse de este amor, se habría enfadado con el muchacho, pero finalmente aceptó que se case con su hija. Por ello, le regaló dos pies en vez de la cola de sirena que poseía.
Ambos juraron no regresar más al palacio. Tras la boda, compraron la casa en ese sector donde vivieron felices hasta el momento en que un exenamorado de la bella mujer, al enterarse del hecho, fue en búsqueda de la dama.
Al encontrarlos a ambos en su idilio, el furioso hombre mató sin piedad a la pareja recién casada. Por eso, se dice que los gritos desesperados de la mujer y el hombre se escuchan cada noche en la vivienda.
Los vecinos de la zona indican que la casa tuvo varios dueños, quienes siempre la dejaron por escuchar los gritos y al ver cosas raras.
Muchos posibles compradores no la adquieren porque quedaron con alteraciones mentales o con enfermedades desconocidas.
Se dice que la pareja juró no dejar vivir en paz a la gente que habite en ella.
Lea más noticias del Perú en la sección Nacional
Comparte esta noticia