En una carta desde la prisión, la presunta autora intelectual del crimen de Myriam Fefer dijo no temer al ´veneno´ que arroja su hermano Ariel para hallarla culpable.
Desde la prisión, Eva Bracamonte le dedicó un mensaje a su hermano Ariel en una estremecedora carta, en la que aseguró sentirse "fuerte" pese a las acusaciones en su contra por el asesinato de su madre, la empresaria Myriam Fefer, ocurrido en agosto del 2006.
La joven descargó todos sus sentimientos en la misiva y manifiestó que Ariel lucha por hallarla culpable del crimen, al tiempo de recalcar que nunca lo perdonará.
"Ari, tu eres muy inteligente, te vistes muy bonito, eres muy buen alumno, pero yo soy fuerte. Y eso y las pocas (gracias a ti) personas que creen en mí, más el amor incondicional, van a ser que así yo me vaya 20 años a la cárcel, por tu culpa, esté bien y rodeada de amor", señaló Eva en uno de los párrafos de la carta presentada por el programa "Punto Final".
"Esa paz y tranquilidad que tú quieres voy a tenerlas yo, en cambio van a estar lejísimos de ti. No tengo miedo, todo el veneno que vomitas pueden encerrar mi cuerpo en cuatro paredes, pero nada más. Tú, por mucho que vomites, lo vas a seguir teniendo dentro", añadió.
De otro lado, Bracamonte insistió en su inocencia y aseguró que la relación con su madre siempre fue cercana y no distante.
"Tomen en cuenta lo que digo. Yo no maté a mi mamá y tampoco la mandé matar. Aún si eso no me pareciera una falta de respeto a Dios, una negación a la vida y no fuera en contra de mis principios, no tenía motivos. No existe ningún móvil que pueda haberme conducido a hacerlo", sostuvo.
Pese a que su hermano Ariel insiste en que el móvil del crimen de la empresaria fueron las desavenencias que tenía con su madre por la herencia dejada por su abuelo, Eva insistió en que dicha versión "no tiene ni pies ni cabeza".
"Si lo que mi hermano dice fuera cierto, mi madre hubiera puesto la mitad de mis bienes a su nombre, pero ella todo el tiempo respetó la decisión de mi abuelo, y tuvo la esperanza de que yo vuelva y me haga cargo de la empresa", dijo.
"Si hubiera querido tomar la decisión sobre la herencia de mi abuelo, lo hubiera hecho, y hubiese preferido discutir con ella, por hacer lo que la ley me permitía hacer. No era necesario matarla" culminó.
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