Doscientas familias instalan viviendas en medio del cauce de la quebrada San Idelfonso y exponen su vida.
Si usted se queja porque su patio estuvo lleno de agua de lluvias o porque los desagües de su cuadra colapsaron, descuide, hay familias que no tienen patio –ni casa- ni redes de desagüe y menos servicios básicos y, lo peor, la ubicación de sus precarias viviendas pone en riesgo sus vidas.
RPP Noticias llegó hasta el asentamiento humano Alan García en el distrito El Porvenir y comprobó que unas 200 familias han instalado su lugar donde vivir en medio del cauce –ahora seco- de la quebrada San Idelfonso la cual ante las constantes lluvias, podría arrasar con las viviendas y vidas de estas personas.
Para cubrirse de la lluvia, estas familias solo tienen un pedazo de plástico y este plástico quizá es la inversión más fuerte que hicieron en lo que va del año. Aun así, es lo único con lo que pueden proteger la salud de sus hijos y evitar que padezcan neumonía por la humedad que conlleva un aguacero.
Si usted lamenta que sus plantas o macetas lucen inundadas otra vez por la molesta lluvia, estas familias no saben lo que es un jardín. Al contrario, frente de sus casitas hay un extenso terreno de desmonte adornado con cerros de basura y consecuente pestilencia; aquí la dermatitis en los niños no existe, es una infección con la que han aprendido a convivir.
Cuando vea caer la lluvia y advierta los estragos que produce en su vivienda, aprenda a soportarlos, recuerde que hay personas que quisieran tener un lugar al cual limpiar, familias que ante las precipitaciones pluviales no se preocupan por el daño externo, sino porque esa noche, el agua no llene el cauce de la quebrada y se lleve consigo sus casitas, sus esperanzas, sus vidas.
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