El padre del ex canciller Francisco Tudela confirmó que nunca amó a Graciela de Losada, al tiempo de lamentar el haber realizado ´cosas que van en contra de la naturaleza humana´.
"Estaba secuestrado de principio a fin", comentó el patriarca Felipe Tudela y Barreda a la periodista del programa Punto Final de Frecuencia Latina, tras refirmar que durante un año y siete meses no se encontraba lúcido debido a las circunstancias y los abusos de sus "captores".
"Estaba encarpetado dentro de un hecho. El hecho básico es que estaba secuestrado de principio a fin. Cuando estaba en una situación de un año y siete meses capturado y no lúcido, no estaba lúcido. Uno no puede estar lúcido en cualquier circunstancia", manifestó Tudela.
Tras relatar que durante todo el tiempo que vivió con Graciela de Losada nunca pudo comunicarse con sus hijos debido a que no podía moverse al encontrarse lisiado de una pierna, por lo que permanecía "sentado en una silla de ruedas", Felipe Tudela dijo que, en "esa realidad", ellas (Graciela y Augusta) elegían absolutamente todo.
Tudela y Barreda recordó que durante el tiempo que convivió con De Losada se sentía "como una planta", toda vez que no tenía opción a elegir aspectos elementales como el qué comer y a qué hora dormir.
"No tenía dinero, ni pasaporte. Estaba como una planta. No estaba en aptitud de valerme en la calle como cualquier otra persona. Exigía, pero no me lo daban. Simplemente me daban un poco de cash para comprar un café o un helado. La señora "Chela" y su hija, Augusta, dirigían todo", refirió.
El patriarca Tudela recordó que en muchas ocasiones le hablaron mal de su hijos, por lo que tenía miedo, pero que inteligentemente decidió no enfrentarlos, pues no quiso intercambiar palabras con sus "captores".
"Me hablaban pésimamente de mis hijos. Me decían que eran unos aventureros. En fin una serie de cosas, que eran unos gangsters. Yo me quedaba callado porque no quería intercambios verbales con mis captores. Un preso en una cárcel no discute con sus captores porque le pegan. Tenía miedo y, además, he sido diplomático porque aprendí a eludir las discusiones ", comentó.
Señaló que fue inducido para desheredar a sus hijos, pero cuando se arrepintió, le dijeron que "era muy tarde".
"Hacia cosas que después me parecían absurdas y horrorosas. Desheredé a mis hijos. No sé que pasó. Después de haberme negado, no sé por qué dije que sí y luego dije que no, y cuando dije que no, dijo (el abogado) que ya está hecho, que no se no puede decir que no", relató.
Respecto a sus actuales sentimientos para con De Losada, Tudela y Barreda dijo sentir una gran pena, pues pensó tener una relación agradable y desinteresada, pero cuando se enteró por qué contrajo matrimonio, la misma varió, al punto de no querer verla.
"Una gran pena porque tenía una relación con ella muy agradable y al parecer siempre sostuvo que era una cosa desinteresada, pero después he venido a saber y todo lo que ha acontecido demostró lo contrario. Mi relación con ella ha variado. No me gustaría verla. No la amé", sentenció.
"Estaba encarpetado dentro de un hecho. El hecho básico es que estaba secuestrado de principio a fin. Cuando estaba en una situación de un año y siete meses capturado y no lúcido, no estaba lúcido. Uno no puede estar lúcido en cualquier circunstancia", manifestó Tudela.
Tras relatar que durante todo el tiempo que vivió con Graciela de Losada nunca pudo comunicarse con sus hijos debido a que no podía moverse al encontrarse lisiado de una pierna, por lo que permanecía "sentado en una silla de ruedas", Felipe Tudela dijo que, en "esa realidad", ellas (Graciela y Augusta) elegían absolutamente todo.
Tudela y Barreda recordó que durante el tiempo que convivió con De Losada se sentía "como una planta", toda vez que no tenía opción a elegir aspectos elementales como el qué comer y a qué hora dormir.
"No tenía dinero, ni pasaporte. Estaba como una planta. No estaba en aptitud de valerme en la calle como cualquier otra persona. Exigía, pero no me lo daban. Simplemente me daban un poco de cash para comprar un café o un helado. La señora "Chela" y su hija, Augusta, dirigían todo", refirió.
El patriarca Tudela recordó que en muchas ocasiones le hablaron mal de su hijos, por lo que tenía miedo, pero que inteligentemente decidió no enfrentarlos, pues no quiso intercambiar palabras con sus "captores".
"Me hablaban pésimamente de mis hijos. Me decían que eran unos aventureros. En fin una serie de cosas, que eran unos gangsters. Yo me quedaba callado porque no quería intercambios verbales con mis captores. Un preso en una cárcel no discute con sus captores porque le pegan. Tenía miedo y, además, he sido diplomático porque aprendí a eludir las discusiones ", comentó.
Señaló que fue inducido para desheredar a sus hijos, pero cuando se arrepintió, le dijeron que "era muy tarde".
"Hacia cosas que después me parecían absurdas y horrorosas. Desheredé a mis hijos. No sé que pasó. Después de haberme negado, no sé por qué dije que sí y luego dije que no, y cuando dije que no, dijo (el abogado) que ya está hecho, que no se no puede decir que no", relató.
Respecto a sus actuales sentimientos para con De Losada, Tudela y Barreda dijo sentir una gran pena, pues pensó tener una relación agradable y desinteresada, pero cuando se enteró por qué contrajo matrimonio, la misma varió, al punto de no querer verla.
"Una gran pena porque tenía una relación con ella muy agradable y al parecer siempre sostuvo que era una cosa desinteresada, pero después he venido a saber y todo lo que ha acontecido demostró lo contrario. Mi relación con ella ha variado. No me gustaría verla. No la amé", sentenció.
Video: Frecuencia Latina
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