Mide solo 18 centímetros y medio en posición fetal, pertenecería a la cultura Huaylas o Recuay y se exhibe en el Museo Municipal de Caraz.
Corrían los años 1988 y 1989, cuando el investigador caracino Hernán Osorio se convirtió en el protagonista del descubrimiento más importante para la historia de su pueblo y por qué no, también para el país.
En el sitio arqueológico de Rambrash, ubicado en el distrito de Caraz, provincia ancashina de Huaylas, halló una momia que podría ser la más pequeña del mundo.
Según las primeras investigaciones se trataría de un nacimiento prematuro o de un sacrificio, de seis a siete meses de gestación, con más de mil años de antigüedad y pertenecería a la cultura Recuay o Huaylas.
Información y pruebas
La pequeña momia de solo 18 centímetros y medio en posición fetal, permanece en el Museo Municipal de Caraz, hasta donde hace un año llegó un grupo de turistas mexicanos, quienes se quedaron realmente sorprendidos al verificar que la momia caracina es más pequeña en comparación a la que ellos tienen en el estado de Guanajuato, la cual ha sido reconocida como la momia más pequeña del mundo.
Carlos Rosas Ángeles, encargado del Museo Municipal de Caraz, refiere que fue la versión de los mexicanos la que motivó la búsqueda de información sobre el tema, llegando a corroborar a través de documentos, que la momia mexicana mide 29 centímetros, es decir 10 centímetros y medio más que la caracina.
Refiere que en el mundo se han encontrado seis momias pequeñas. Dos en México: una en Guanajuato y otra en Veracruz que mide 10 centímetros pero se encuentra incompleta porque no tiene piernas. Otra en España, la cual tiene el título de la tercera momia más pequeña del mundo y una más en Trujillo, cuyo tamaño también es grande.
En busca del Título
Las autoridades de la Municipalidad Provincial de Huaylas y el museo han realizado las gestiones ante el Ministerio de Cultura para que la momia caracina, cuyo sexo aún no se ha establecido, sea declarada la más pequeña del Perú, con lo que les será más sencillo obtener un título mundial e ingresar a los Récord Guinnes.
“Buscamos este reconocimiento porque tiene trascendencia mundial y le dará importancia al museo, a Caraz y también al Perú. Turísticamente es un potencial” sostuvo nuestro entrevistado, añadiendo que la momia caracina es de la época preincaica y la mexicana de la época colonial.
Ichiknuna (hombre pequeño)
Además del título también se ha pensado en ponerle un nombre a la pequeña momia. El descubridor Hernán Osorio ha sugerido Ichiknuna, palabra quechua que en español significa “Hombre Pequeño” y lo más probable es que dentro de poco esta sea su identidad.
Rosas manifiesta que eso es casi un hecho, ya que gracias a las donaciones del investigador Osorio, el museo municipal posee piezas interesantes.
En efecto, en el lugar también podemos encontrar una momia adulta que impresiona porque se puede apreciar su lengua y la masa encefálica a través de una perforación en el cráneo. Así también se exhiben fardos funerarios, cerámicas, piezas líticas de 12 a 6 años A.C., instrumentos musicales, entre otros.
El museo se ubica en una casona de más de 143 años de antigüedad, tiene un estilo colonial y ha sido considerada por el Ministerio de Cultura como Patrimonio Cultural de la Nación.
No cabe duda que conseguir el título de la momia más pequeña del mundo colocaría a Caraz ante los ojos del mundo y contribuiría con su desarrollo turístico, que dicho sea de paso ya se encuentra encaminado.
Por: Yanert Reyez
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