Dictó medidas de protección a dos mujeres violentadas por sus convivientes y ordenó que reciban terapia.
La violencia en parejas del mismo sexo no es ajena en la ciudad de Arequipa. Algunos la consideran casi inexistente, hay pocos datos oficiales y escasos estudios. Pero el manto de silencio sobre estos casos, poco a poco, se va descubriendo.
A la jueza del Primer Juzgado de Familia de la Corte de Justicia de Arequipa, Rocío Aquize Cáceres, le tocó resolver uno de estos casos. Dos hermanas que tenían como parejas a otras dos mujeres, fueron agredidas. La madre de ambas presentó la denuncia.
Aquize dictó medidas de protección para las dos integrantes de estas uniones de hecho impropias formadas por personas del mismo sexo. Así las considera la legislación peruana.
La magistrada prohibió que las parejas de ambas sigan agrediendo física o psicológicamente de manera directa o indirecta a sus convivientes.
También ordenó que se sometan a terapia psicológica que será supervisada por los integrantes del equipo técnico multidisciplinario de los juzgados de Familia.
La fiscal sustentó esas medidas al considerar que se debe preservar el respeto a la dignidad humana y salvaguardar el aspecto físico y psíquico de cada ser humano desde la infancia hasta la etapa de adultos mayores.
Además, considera que el caso se halla en los alcances de la Ley 30364 que previene, sanciona y erradica la violencia familiar contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.
Las medidas de protección dictadas en este caso de convivencia impropia entre personas del mismo sexo, privilegia la protección del grupo vulnerable.
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