El 17 de agosto, la Cruz de Yanahuanca es sacada con mucho trabajo desde su gruta ubicada en la parte más alta del cerro del mismo nombre.
En una de las grutas más inaccesibles del cerro Yanahuanca, en la comunidad campesina San Mateo de Penachí, distrito de Salas (Lambayeque), está una de las tres cruces que dejara Fray Abad, cuya fiesta es el 20 de agosto, y que como todos los años, los comuneros de la zona celebran con mucha fe.
La fiesta de la Cruz de Yanahuanca es una festividad llena de colorido y donde se mezclan aspectos ancestrales con la fe católica, los que se han mantenido casi intactos, pues por décadas la zona altoandina del distrito lambayecano de Salas ha estado casi aislada, porque la vía carrozable recién se reabrió en la década de los 80.
En reino de la neblina
La gruta donde fue hallada la Cruz de Yanahuanca, está ubicada a 2 830 metros sobre el nivel del mar, en la zona más inaccesible de la montaña Yanahuanca, que le da nombre a la cruz. Ésta fue dejada por fray Abad, religioso franciscano quien también dejó la Cruz de Motupe y la Cruz de Olmos.
La tradición penachana indica que el fraile desde Motupe subía y frecuentaba el pueblo de Penachí por el año 1850 y desaparecía para subir al mencionado cerro, del cual bajaba los sábados a rezar el rosario.
Al igual como apareció en la zona penachana de un día para otro, así también desapareció; sin embargo antes de irse para siempre, comentó a un grupo de comuneros que dejaba una cruz en alguna parte de la mencionada montaña.
El cerro Yanahuanca tiene 2 830 metros sobre el nivel del mar y casi todo del año está coronado por un permanente manto de neblina que origina constante llovizna y da nacimiento al río Penachí.
La zona donde está la “Gruta de la Cruz” está a casi cuatro horas de Penachí y para llegar a ella, además de mucha fe, hay que tener espíritu de escalador por lo escarpado del camino y lo agreste del lugar y a diferencia de las cruces del Cerro Chalpón de Motupe y Olmos, en que los feligreses pueden darse el lujo de visitar a los sagrados maderos en sus propias grutas en cualquier época del año, la Cruz de Yanahuanca recibe a lo largo de los meses solo a los más osados creyentes que logran trepar el escarpado camino de piedra y soportar el frío y el fuerte viento.
El hallazgo
La Cruz de Yanahuanca fue encontrada un 20 de agosto de 1868 por el pastor Anselmo Rojas Calderón, cuando estaba en el cerro buscando su ganado. El hombre regresó al pueblo y avisó a los comuneros, quienes al día siguiente subieron al lugar y comprobaron el hallazgo.
Desde esa época, los comuneros bajan la cruz dos días antes de su fecha central, desde la misma gruta hasta el caserío Potreropampa. El sagrado madero es bajado por un pequeño grupo de personas debido a lo estrecho y escarpado del sendero, pero a partir de este caserío es acompañada por los danzarines rojos y negros.
En el pueblo de Penachí, la Cruz de Yanahuanca permanece en el templo San Mateo Apóstol, cuya construcción data de 1572, año en que también los españoles desde Motupe comenzaron a cristianizar a los pobladores de la zona pertenecientes a la etnia Penachíes.
El día central de la festividad a la Cruz de Yanahuanca es el 20 de agosto y es una buena oportunidad para conocer más sobre el rico folclor de la región Lambayeque.
Para llegar a Penachí, hay minibuses que parten desde Chiclayo usando la ruta de ingreso por Motupe-La Ramada-Kerguer-Penachí.
En estos meses del año en Penachí hace mucho frío, así que lleve ropa de abrigo y medicina para el soroche y el dolor de cabeza.
Por: Juan César Cabrejos Becerra
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