El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a la danza de los diablicos, que aparecen en Túcume, en la feria de la Virgen Purísima Concepción.
La danza de los diablicos, no es única en el distrito de Túcume, provincia de Lambayeque. A lo largo y ancho del Perú hay otras danzas de los diablicos, ligadas a ferias patronales. En la región Lambayeque, ya Enrique Brüning la registró en Jayanca y en Ferreñafe. En ambas ciudades hoy ha desaparecido, pero sí la encontramos además de Túcume, en su vecino Íllimo y en Monsefú.
En Íllimo aparecen para el 24 de enero y el 24 de junio, fechas donde se celebra el medio año y el año de la festividad en honor a San Juan Bautista, patrono del pueblo illimano. En ambas fechas, los diablicos de Íllimo le danzan a San Juan desde que sale la procesión de la iglesia hasta cuando regresa del recorrido.
Pero de todas las danzas de diablicos en la región Lambayeque, es la de Túcume la más famosa, que en las últimas décadas ha ido consolidándose como una de las expresiones culturales de la población católica tucumana.
El investigador e historiador Martín Cabrejos Fernández de la facultad de Ciencias Histórico Sociales y Filosofía de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, indica que la danza de los diablicos de Túcume, data desde el siglo diecisiete, pero en documentos aparece mencionada desde 1780 y se la menciona como la danza de los siete vicios.
El investigador en su artículo “Los caminos de la virgen: Túcume y su devoción a la Purísima Concepción” indica que en el siglo XVIII el obispo Baltazar Martínez Compañón hizo un dibujo que muestra a los siete diablos enfrentándose al arcángel San Gabriel. Esa es la danza que se ve hasta ahora durante la festividad de la Virgen de la Purísima Concepción y que el 12 de mayo de 1904, el alemán Hans Heinrich Bruning registró una fotografía, que es la primera que se hizo a esta danza.
En la resolución viceministerial N° 034-2014 entre sus extensos considerandos de dos páginas, se indica que “la presencia de este conjunto (de los diablicos) no solo es considerada importante, sino prestigiosa para sus componentes”, pues los danzantes participan como parte de su devoción y de su ofrecimiento a rendirle culto a la Virgen a través de la danza.
La Virgen
Los diablicos aparecen durante la feria de la Virgen Purísima Concepción que se celebra una semana antes del miércoles de ceniza.
Existen dos imágenes de esta Virgen en Túcume: la llamada Virgen Grande, emplazada en la iglesia de Túcume; y la Virgen Pequeña, llamada también La Andariega, La Ingrata o La Serrana, que a lo largo del año permanece en una capilla en la ciudad de Ferreñafe, y es llevaba desde esta ciudad hasta Túcume, en un recorrido que cruza la campiña, pasando por cerca de 20 caseríos entre ellos Sequiones, Barrio Nuevo, La Capilla, El Horcón, Fundo Chapoñán, Muy Finca, Fundo Cabrejos, La Capilla entre otros caseríos.
En la zona conocida como Los Tepo, en plena Panamericana Norte, los danzantes de Los Margaritos de Mochumí, le rinden homanaje y junto con los diablicos la acompañan hasta el pueblo mochumano, por donde pasa el mar humano rumbo a Túcume, paralizando el tránsito en la Panamericana por unas dos horas.
Hoy, Túcume celebra la designación de su danza y de hecho que esto motivará a más jóvenes sumarse al grupo de los diablicos, que en setiembre volverán a aparecer para bailarle a la Virgen Purísima Concepción. Allí estaremos.
Por: Juan César Cabrejos Becerra
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