Además, a nivel regional, las mujeres tienen un 17% menos de probabilidades de solicitar un crédito a comparación de los hombres, según cifras del Banco Mundial.
El Perú es el país con tasa más grande de emprendimiento femenino entre Chile, México y Colombia; Perú tiene una tasa de 22%, mientras que los otros 19.6%, 11.2% y 18.2%, respectivamente, según el Primer Informe sobre Programas de apoyo al emprendimiento femenino en la Alianza del Pacífico.
Martha Zúñiga, jefa de proyectos especiales de emprende UP, sostuvo en una entrevista con RPP y señaló que esta tasa se debe a que las mujeres buscan diferentes maneras de poder solventar gastos o generar nuevos ingresos.
Dos tipos de emprendimientos
Zúñiga explicó que, desde la Universidad del Pacífico, han distinguido dos tipos de emprendimientos: los que se empiezan por necesidad o por oportunidad. El emprendimiento por necesidad es el que aparece porque la mujer tiene una gran necesidad de generar ingresos para cubrir gastos básicos.
En este tipo de emprendimientos los que más se distinguen son los negocios enfocados en servicios o comercialización. Por ejemplo, bodegas, restaurantes o peluquerías. Son negocios que pueden realizar y crecer rápidamente con su comunidad o amigos.
Por otro lado, los emprendimientos por oportunidad son cuando la emprendedora tiene tiempo para hacer una amplia investigación de mercado para luego comenzar su negocio basado en evidencia. Zúñiga explica que varias mujeres que emprenden por oportunidad están apostado por negocios tecnológicos.
El financiamiento
A nivel Latinoamérica, las mujeres tienen diversas barreras que les dificulta emprender. Uno de ellos mencionó la especialista es el acceso a financiamiento. Por ejemplo, la mayoría de bancos piden que la mujer vaya con su esposo.
“Muchas veces las instituciones financieras son muy burocráticas y justamente piden estos documentos, entonces les afecta el poder ir y pedir rápidamente un financiamiento de capital de trabajo. Si tiene problemas con el esposo no puede acudir y está totalmente parada y complicada”, sostuvo.
Las cifras tampoco son buenas ya que, a nivel regional, las mujeres tienen un 20% menos de probabilidades que los hombres de abrir una cuenta financiera y un 17% menos de probabilidades de solicitar un crédito, según el Banco Mundial.
Sin embargo, la especialista mencionó que ya existen nuevas formas de financiamiento mucho menos burocráticas y accesibles para las mujeres. Son nuevas alternativas que también están en línea, por ejemplo, las fintech. Esta es una industria donde las empresas usan la tecnología para brindar servicios de financiamiento.
Los emprendimientos son un gran motor de desarrollo, por lo que es indispensable que el Estado y las empresas privadas sigan desarrollando iniciativas para incentivar y promover el emprendimiento femenino en el Perú, finalizó Zuñiga.
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