Bajo el intenso frío, soportando cinco grados centígrados, los niños salen desde muy temprano a trabajar para seguir sobreviviendo.
Ver a un niño cargando bultos o empujando una carretilla desde las 4 de la mañana, con una temperatura que llega a los 5 grados centígrados, es atroz.
A pesar del intenso frío, nada les impide empezar a recorrer los mercados desde temprano para poder ganar 50 céntimos, un sol o solo disfrutar de una fruta; pues simplemente tienen que trabajar para seguir sobreviviendo.
En ese mundo, que viven cansados de tanta desigualdad, siempre hay una persona que los vigila, que está a su asecho. Pero para alegría de ellos, no es un explotador sino un grupo de personas que laboran en el Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (INABIF).
Así encontramos a María Olivera Arbulú, coordinadora de esta institución en Cajamarca, quien nos habla de este problema que está incrementándose.
María me cuenta que hay niños que empiezan a trabajar desde los 6 años, ellos por supuesto tienen otro horario de 6 a 9 de la mañana, y los adolescentes empiezan a llegar desde las 3:30 de la madrugada a los mercados.
“Recorre el mercado San Antonio, San Sebastián o el mercadillo y los encontrarás como hormigas trabajando, ahí es donde intervenimos, por supuesto con mucha cautela y siempre hablándoles de sus derechos, aunque muchas veces no entienden, y algunos beneficios que les podemos ofrecer”, refiere.
Acá en Cajamarca -me dice María- el trabajo infantil se ha incrementado en un 60%, por ejemplo en el año 2010 teníamos 120 niños trabajadores de la calles de 6 a 18 años solo en el INABIF, pero ahora la cifra es de 240. Algo alarmante.
La especialista, sostiene que en su mayoría los niños provienen de la zona periurbana de Cajamarca como Santa Bárbara, Lucmacucho, La Paz, 13 de Julio y Santa Elena. Sin embargo, han detectado que en las provincias de Hualgayoc y Contumazá existen los llamados mineros infantiles.
Al preguntarle si hay terceras personas (explotadores) detrás de estos niños, me dice “Debe de haber por algunos comentarios de los menores que logramos rescatar, pero no tenemos ningún tipo de prueba, pero lo que si estamos haciendo es realizar un trabajo más minucioso para identificarlos”.
María Olivera me dice que en el INABIF Cajamarca les proporcionan, dentro del Programa Educativo de la Calle, talleres de teatro, de autoestima, tardes deportivas a fines de mes, ayuda psicológica, reforzamiento en sus estudios y sin aún no tienen DNI, hacen todo lo posible para que lo obtengan.
“Los que buscamos es erradicar el trabajo infantil en todas sus formas, que tiene su costo, por supuesto, pero creo que ellos se merecen una nueva oportunidad de cambiar su vida, de mirar hacia adelante”, comenta la especialista.
Por: Juan Zapata
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