En diálogo con RPP Noticias, el abogado penalista explicó el status de los abusos sexuales que se le atribuyen al fundador del Sodalicio de la Vida Cristiano
El abogado Mario Amoretti explicó que los delitos de abuso sexual a menores por los que se acusa a Luis Figari, fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, ya prescribieron y que es “muy difícil” que estas acaben en un juicio. El especialista en derecho penal dijo que ningún crimen es imprescriptible y que esto se debe a la incapacidad del Estado para llegar a una condena.
"Es lamentable, pero los hechos, si sucedieron antes de la vigencia del Código Penal de 1991 o incluso después, ya prescribieron”, dijo Amoretti en relación a los abusos de los que se le acuso al religioso. Incluso si se suman los nuevos cargos que formula la fiscal a cargo del caso, lesiones psíquicas, asociación ilícita para delinquir y secuestro, “también han prescrito, si aplicamos el código penal anterior o el de 1991.
"Es muy difícil que esto acabe un juicio. Es lamentable, porque estos son hechos que deben sancionarse con todo el peso de la ley", explicó el abogado. El caso, para él, debería “recogerse como una lección" para evitar casos como este en el que un presunto culpable no quede impune. Sin embargo, también dijo que las prescripciones sirven para “evitar persecuciones eternas”. "Eso no significa que si se llegan a comprobar el hecho, eso no lo libra da una responsabilidad civil, pero sí penal", agregó.
El caso del Sodalicio. En abril de este año, la Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación del Sodalicio de Vida Cristiana, que investiga los casos de abusos en esta sociedad cuando Luis Fernando Figari estaba al frente de la misma, emitió su informe final. En este determinó que tanto Figari como Germán Doig y las demás autoridades que han transitado por el Sodalitium Christianae Vitae (SCV), a lo largo de su existencia, cometieron abusos de índole físico, sicológico y sexual contra los miembros.
Este lunes, Figari se declaró "totalmente inocente" en su primera aparición pública tras las denuncias presentadas en su contra por presuntos abusos a menores de edad que integraron su grupo religioso. A su salida de la sede de la embajada del Perú en Roma, donde el martes presentará sus descargos ante la fiscal María Pilar Peralta, dijo que no habló antes porque las autoridades del Sodalicio se lo prohibieron.
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