Las mujeres aún se encuentran en la lucha por obtener mayor presencia en el ámbito político. En la actualidad, pese a que puedan tener mayor formación y nivel educativo, se encuentran en una situación de desventaja, pues no todas tienen las mismas oportunidades de acceder a cargos públicos.
No existe una participación equitativa de la mujer en cargos públicos en el Perú. Pese a que tienen grandes posibilidades de asumir dichos cargos, no todas tienen igual acceso a esas oportunidades, sostiene Liz Meléndez, directora ejecutiva del Centro de la Mujer Peruana “Flora Tristán”. El camino que deben recorrer para ocupar dichos cargos públicos en el ámbito político es aún arduo y complicado. Es un hecho que las mujeres están siendo discriminadas y los datos lo corroboran.
El índice de Desigualdad de Género desvela las disparidades de género en salud, empoderamiento y mercado laboral, según estudios del 2016 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). La mujer ha estado en una situación de desventaja en la arena política en todos los niveles de gobierno, situación que se ve reflejada en la relación de representantes hombre-mujer que hay en el parlamento.
Según el último análisis realizado por Ojo-Publico.com sobre la participación por género en los cargos más altos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como en otras 15 entidades públicas, las mujeres ocupan tan solo el 21% de los 137 puestos en dichos sectores.
La brecha varía según el sector
En el caso de los ministerios del Ejecutivo, solo la tercera parte de estos son liderados por una mujer, actualmente cuenta con 6 representante femeninas. En el ámbito del poder judicial, de los 20 jueces supremos que conforman la Sala Plena, solo 4 son mujeres. Sin duda, la presencia del género femenino es casi imperceptible y lo mismo se puede observar en el Congreso, donde solo el 21% de las 47 presidencias y vicepresidencias, son mujeres, sostiene el estudio realizado por Ojo-Público.com
El domingo pasado tuvimos elecciones y a diferencia de las realizadas en el 2014, esta vez hay menos presencia de mujeres: solo una mujer ganó la alcaldía de los 43 distritos de Lima Metropolitana que hay. Este resultado es la consecuencia de la poca participación femenina en la política peruana, comenta María Elena González Azurín, Ejecutiva Senior con experiencia en Responsabilidad Social Corporativa, Comunicación Estratégica y Sostenibilidad.
Sin embargo, la diferencia más grande se encuentra en los organismos autónomos como la Defensoría, la Contraloría, el Jurado Nacional de Elecciones, la Oficina Nacional de Procesos Electorales, Reniec, Tribunal Constitucional, entre otros. El estudio analizó 15 entidades representativas, y de ellas solo la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP y la OCMA, cuentan con una lideresa mujer: la economista Socorro Heysen y la jueza suprema Ana María Aranda, respectivamente.
El último informe de la Mesa de Género de la Cooperación Internacional (Mesagen), revela el estado de discriminación y desigualdad en que viven las peruanas. Según el informe, durante los últimos cinco años el Estado ha logrado un gran avance en la producción de normas y protocolos, sin embargo, estas iniciativas no se han implementado, ni cumplido.
Desde el 2000, la cuota de género en Perú es del 30%, es decir, al menos el 30% de candidatos de una lista al Congreso, consejeros regionales o regidores debe estar conformada por mujeres. Sin embargo, esta medida no ha tenido buena respuesta, por lo que la Reforma Electoral propone aumentar la cuota de género al 50%. Si esta medida es aprobada, al menos las listas estarían conformadas por hombres y mujeres en igual cantidad. Según Ipsos Perú, el 71% de peruanos desea incrementar la cuota de género a 50%.
El machismo: componente que sobrevive en las mesas de trabajo
No solo en la distribución de funcionarios públicos hay un trato desigual, en las comisiones, mesas de trabajo, en las bancadas de partidos políticos, durante y fuera del pleno, el machismo se hace presente en comentarios y formas de expresarse, sostiene Gloria Montenegro (APP).
Aunque se han hechos grandes esfuerzos en los últimos años para remontar esta situación, aún se debe trabajar por articular políticas de igualdad y combatir la violencia política contra las mujeres.
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