El suspendido sacerdote aseguró estar dispuesto a dar un paso al costado y levantar su secreto bancario, si en su momento se lo piden, ´con tal que la obra siga adelante´.
Tras el escándalo en el que se vio envuelto por el supuesto maltrato y las pésimas condiciones que se encuentran los ancianos e indigentes de la "Hospedería Los Milagros" en el Rímac, el suspendido padre Martín Sánchez salió al frente de las acusaciones y reconoció que el mayor error que se pudo haber cometido fue no aprender a decir "no".
"El principal error fue no haber aprendido a decir "no", nos abrumamos, nos desbordamos", dijo frente a la gran cantidad de indigentes que llegaban a dicho albergue.
En el programa "Punto Final", señaló que si llegado el momento se da la ocasión de dar un paso al costado lo hará "con mucho gusto".
"Si de un modo va ver la oportunidad de darse la ocasión, la excusa de dar un paso al costado por un tiempo con tal que la obra siga adelante, con gusto lo haré", enfatizó al tiempo de asegurar que está a disposición de las investigaciones y de levantar su secreto bancario.
Con respecto a las denuncias de ex voluntarios que trabajaron para el albergue, Sánchez los calificó de "cobardes" por no dar la cara y esconderse en luces oscuras.
"Que se dejen de rumores, que vengan los que han hablado por un canal, que vengan frente a frente. Quién es el verdadero hombre, el hombre es el que da la cara. Yo creo que los más cobardes y maricones son los que se ocultan en pantallas oscuras", puntualizó al tiempo de aseverar que no le teme a nada.
Sánchez consideró que se han tirado abajo un trabajo de cinco años en la "Hospedería Los Milagros", donde recibían a indigentes con severos casos.
"Los hemos atendido porque nadie los quiso atender, hay muchos que si no los hubiésemos recibido hubieran muerto en la calle", culminó.
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