VIDAS muestra el testimonio de los beneficiados por el programa social.
En una esmerada edición Pensión 65, programa social del MIDIS, publicó VIDAS, un hermoso volumen de gran formato en el que se nos revela, gráfica y textualmente, 48 testimonios de peruanos usuarios del programa entre los 65 y 117 años de edad, que dan cuenta de la epopeya que significa sobrevivir en el Perú siendo pobre y anciano, y al mismo tiempo nos muestran un país que tiene historia, cultura y sueños gracias a sus actores.
“Son historias y testimonios ejemplares en la medida que nos revelan un país que muchos no veíamos y que sin embargo, tiene continuidad, historia, cultura y esfuerzo gracias a sus actores. Son historias motivadoras porque nos enseñan que los sueños prevalecen frente a las adversidades y nos hablan del empeño que permite sobrevivir y construir hogares, educar los hijos y trabajar intensamente aportando a su comunidad” expresó el director ejecutivo de Pensión 65, José Villalobos.
Recorriendo sus páginas el lector descubrirá que la vida de estos peruanos solo ha tenido una meta: salir adelante con una valentía que nace de quienes aspiran a encontrar una ocasión contra las dificultades que han ido sorteando.
Son ciudadanos de poblados remotos, descubrirlos significa reencontrar al Perú. Hay quienes, como la señora Filomena Taipe Mendoza, con asombro, han atravesado tres siglos y sigue, a sus 117 años, cocinando y recordando lúcidamente los largos años que le ha tocado vivir. La diferencia es que desde hace tres años ya es visible para la sociedad, ya cuenta con DNI, lo sacó para ingresar a Pensión 65.
Campesinos, músicos, artesanos, ex combatientes, parteras, médicos naturistas, narradores de cuentos, pescadores, parejas de un amor perdurable, la suma de habilidades de este puñado de usuarios de Pensión 65 compendia muy bien toda la sabiduría popular que se obstina en permanecer para recordarnos que la identidad de un país empieza, efectivamente, por la memoria.
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