Los moradores del sector Jibito son los más afectados con los olores que se extienden incluso hasta otros asentamientos humanos.
Las autoridades distritales de Miguel Checa, en la provincia de Sullana (Piura), se reunieron con representantes de la fábrica Napari ante las diversas quejas de los pobladores por el vertimiento de aguas residuales que se arroja esta empresa en la zona.
Los residuos que vierte la fábrica procesadora de hidrobiológicos se realizan a un kilómetro del centro poblado de Jibito. Estos se descomponen con el incremento de la temperatura y los olores comienzan a esparcirse por este sector y otros asentamientos humanos de Sullana.
El alcalde distrital de Jibito, Pedro Zapata, indicó que tras la reunión con representantes de la fábrica se acordó realizar un trabajo conjunto para arrojar estas aguas en zonas eriazas y en plazo no menor de 30 días, tomar medidas correctivas para darle un adecuado tratamiento a las aguas residuales de los productos hidrobiológicos que procesan.
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