EL 5 de diciembre fue incluido en lista de la Unesco con votación de 700 delegados en la octava reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio.
Los conocimientos, saberes y rituales asociados a la renovación anual del puente inca Q´eswachaka ya forman parte del Patrimonio Mundial y los inscribieron oficialmente en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO por acuerdo de 700 delegados plenos y observadores de 24 países del mundo, reunidos en la ciudad de Bakú, estado de Azerbaiyán.
La votación se realizó el 5 de diciembre en el marco de la Octava Reunión del C omite Intergubernamental para la Salvaguardía del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Para la sustentación viajaron a este ciudad, David Ugarte Vega Centeno, director de la Oficina Desconcentrada de Cultura del Cusco, quien sustentó la postulación de Q´eswachaka desde las perspectivas históricas, culturales y patrimoniales; también estuvieron Victoriano Arizapana y Eleuterio Callo, los dos chakaruwaq o tejedores del puente, responsables principales de la renovación anual del Q’eswachaka; y Cayatano Canahuire, sacerdote andino que oficia los rituales que permiten que la renovación se haga bajo la protección de los apus y la Pachamama.
El puente Q´eswachaka y su renovación
Cada año, en el mes de junio, más de mil integrantes de las cuatro comunidades de Quehue (Hunchiri, Chaupibanda, Choccayhua y Ccollana Quehue), provincia de Canas, región Cusco, se reúnen durante tres días para renovar el puente Q´eswachaka, el cual forma parte de un tramo secundario del Qhapaq Ñan, en la ruta entre Cusco y Apurímac.
Está ubicado sobre un tramo del río Apurímac, a una altitud aproximada de 3 700 metros sobre el nivel del mar. Tiene una extensión de 28 metros y un tablero de 1,20 metros de ancho. Se ancla en grandes bases de piedra que se yerguen en cada extremo de la quebrada.
Es el único puente inca, colgante en el Perú, fabricado enteramente a mano, a partir de fibras vegetales de origen local y cuyo tradicional proceso de reposición anual se ha mantenido constante desde hace por lo menos 600 años.
La renovación se realiza con la modalidad de la mink´a o minga, una forma andina de trabajo colectivo no remunerado que tiene como finalidad obtener beneficios comunes. Para ello, cada familia de las comunidades anteriormente mencionadas tiene la obligación de fabricar una soga denominada q´eswa de 40 brazadas de largo (alrededor de 70 metros), confeccionada con una fibra vegetal llamada q´oya (Festuca dolichophylla), gramínea de la familia del ichu.
Primer día: La renovación del puente se inicia un jueves con la practica de un ritual ancestral para rendir culto a las deidades tutelares de la zona a cargo de un oficiante llamado paqo, quien realiza una ceremonia a la pachamama o madre tierra en una mesa ritual. Los principales productos que se colocan sobre la mesa son hojas de coca, mazorcas y granos de maíz, vino servido en un vaso de madera tradicional o qero, cigarrillos, un feto de llama y varios huevos de gallina. Este día los pobladores de las cuatro comunidades que forman el distrito elaboran grandes sogas a partir de las q´eswas o soguillas hechas de fibra vegetal. Una vez listas estas sogas servirán como base del puente y como barandas.
Segundo día: por la mañana, muy temprano, el paqo dispone nuevamente la mesa de ofrendas, luego de recibir la autorización de la pachamama y de los apus, los comuneros instalan en las bases incas los duros y los makis, grandes sogas que sirven de piso y pasamanos del puente, que fueron elaborados el día anterior.
Tercer día: los chakaruwaq, o tejedores de puentes, Victoriano Arizapana y Eleuterio Callo, se reúnen temprano en la mesa ritual y después de recibir a través del paqo el permiso del pachamama y de los apus empiezan la delicada y arriesgada tarea de tejer el tablero del puente. Cuando comprueban la firmeza de la estructura de sogas colocada el día anterior se sientan sobre la base del puente e inician el tejido. Esta dura labor suele tomar todo el día.
Cuarto día: se realiza una gran celebración donde participan todos los comuneros de las cuatro localidades festejando la renovación del puente.
La renovación anual del puente Q´eswachaca es el elemento fundamental de la identidad cultural de la población de Quehue y representa el vínculo entre la naturaleza y la historia. Es un ejemplo de la riqueza del patrimonio inmaterial del país, y un símbolo de orgullo que hoy el mundo reconoce.
David Ugarte Vega Centeno, titular de la Dirección Regional Desconcentrada de Cultura, al recibir la buena noticia, dijo que que este nuevo reconocimiento permitirá dinamizar el flujo de visitantes hacia la provincia de Canas, donde la población podrá insertarse en la actividad turística y mejorar sus condiciones de vida.
“Retornando a Cusco vamos a informar detalladamente sobre este logro y organizaremos una actividad masiva para celebrar este gran acontecimiento” subrayó el funcionario quien recordó que en el 2011 la Unesco reconoció a la Festividad de Qoyllurit´i como Patrimonio Mundial Inmaterial de la Humanidad.
Asimismo, la directora del Patronato Cultural Machu Picchu, Carmen Arróspide, saluido esta designación y remarcó que una vez más la cultura viva de los pueblos el Perú y el Cusco ha demostrado al mundo que está vigente, como un mensaje para las futuras generaciones".
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Por. Adelayda Letona García
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