En Huancané, de manera singular se celebra el año nuevo, despidiendo a los tenientes gobernadores, quienes bailan por las calles cargando regalos en sus espaldas.
El 1 de enero de cada año, en la ciudad de Huancané, a una hora de Puno, se celebra de una manera singular la despedida a los tenientes gobernadores. A esa festividad se le conoce como la fiesta del Tantaponcho.
La celebración se hace en retribución a los tenientes gobernadores quienes laboraron durante un año sin pago alguno, ya que son considerados como las máximas autoridades de las comunidades campesinas.
La fiesta se inicia ese mismo día. Los encargados en organizarla son los ahijados, compadres, familiares y moradores de sus comunidades, quienes acompañarán a la comparsa.
Colocan el Tantaponcho
En Año Nuevo, los comuneros y conocidos del teniente saliente realizan la tinqa que es como un pago a la Pachamama, donde se colocan hojas de coca y copas de alcohol sobre una pequeña manta conocida como istalla.
Luego de la celebración andina, los ahijados y compadres colocan al teniente un poncho que está adornado con gran cantidad de pan de todo tipo. Durante los últimos años también lo hacen con panetones. Por eso la fiesta se llama Tantaponcho que en aymara quiere decir el poncho del pan.
A la manta de la esposa del teniente gobernador también se le adorna con frutas, panes y otros. Ambos llevan en sus sombreros un pan que es conocido como el pillo, que se elabora especialmente para ese día y tiene la forma de una rosca grande.
Los ahijados regalan a sus padrinos -el teniente y su esposa- artefactos electrodomésticos, roperos, sacos de arroz o azúcar, carretillas, frazadas, mantas, colchones y toda dádiva que pueda ser bien vista ante los ojos de los asistentes a la fiesta del Tantaponcho.
Al son de wifalas y tarqadas
Los bailes de las comparsas
Luego de cambiar a los agasajados, la comparsa sale por las calles de Huancané bailando al son de las wifalas y tarqadas. Los acompañantes lucen el mejor traje, las mujeres se visten con las polleras de moda. También se colocan serpentinas y acompañan al teniente que ya se encuentra de salida.
Los comisarios de diversos sectores de las comunidades campesinas de esa gestión cargan en su espalda los regalos entregados que consisten en artefactos y otros y bailan junto a su teniente.
Casi todas las agrupaciones acuden hasta la plaza de armas de la ciudad aymara de Huancané en donde demostraran su poderío. Mientras más cosas voluminosas haya, mejor será visto el teniente saliente.
En la jurisdicción del distrito de Huancané, existen 102 tenientes gobernadores quienes pasan la fiesta. Otros lo hace de manera descentralizada en cada localidades, pero la mayoría suele trasladarse hasta la ciudad de Huancané y pasar la fiesta del Tantaponcho.
Dicen que mientras mejor haya sido la gestión del teniente gobernador, los moradores de las comunidades ofrecerán mejores regalos a manera de agradecimiento, pero de ser lo contrario sancionarán la actitud, mostrando su ausencia en la celebración.
Por: Paty Condori Huanca
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