Las rondas campesinas convocaron a representantes del Poder Judicial y Ministerio Público para realizar labores de coordinación a través de la justicia intercultural.
Las rondas campesinas de la provincia de Carabaya convocaron a los representantes de la Corte Superior de Justicia de Puno, la Junta de Fiscales Superiores y a la policía para una reunión de coordinación en Macusani para entregar a dos autores de macabros asesinatos.
El presidente de la corte superior de Justicia de Puno, Hernán Layme Yépez, informó que los ronderos entregaron a Toribio Huanca Pacci y Jesús Chura Deza, a quienes se les sindican de crueles asesinatos cometidos desde hace años en el que incluso habrían descuartizado a sus víctimas.
La reunión que se escuchó el testimonio de los ronderos, los acusados y familiares de desaparecidos; entre otros, y cómo estos personajes les cortaban la boca a sus víctimas o utilizaba sus órganos y cráneo para pagos en las minas (rituales de chamanería), por lo que piden cadena perpetua por la ferocidad de los asesinatos.
Layme Yépez enfatizó que ahora le corresponde al Ministerio Público y a la Policía hacer las indagaciones correspondientes y solicitar las medidas cautelares o detenciones, mientras que el Poder Judicial hará el acompañamiento para que se cumpla con sancionar los ilícitos cometidos.
“No hay que confundir con estos extremismos. La sabiduría andina tiene sus maneras de entrar en contacto con la tierra, los dios es andinos, pero llegar a estos extremos no es tolerable en estos tiempos”, recalcó la autoridad recordado las penas altas para los implicados con estas prácticas con seres humanos.
Cabe mencionar que las dos personas que estaban retenidas por los ronderos confesaron sus crímenes y serían cómplices del “descuartizador de Macusani”, Florencio Chura Monroy, quien cumple prisión preventiva por haber matado hace siete años a su esposa.
Chura Deza también confesó con lujo de detalles que mató a 11 personas por lucro y a pedido de otros, motivado desde los 14 años cuando observó cómo narcotraficantes para los que trabajaba cometían asesinatos. Según los ronderos se trataría de una banda de asesinos descuartizadores.
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