El alcalde de Chiclayo, Roberto Torres Gonzáles, también quedó suspendido para ocupar cualquier cargo en una entidad del Estado.
A dos años de pena privativa de la libertad suspendida fue sentenciado esta tarde el alcalde de Chiclayo, Roberto Torres González, por el delito de peculado de uso.
El fallo fue emitido por la Segunda Sala Penal de Apelaciones que preside el doctor José María Balcazar Zelada, quien además impuso dos años de inhabilitación del ejercicio de cualquier función pública.
La sala emitió su fallo en mérito a la acusación fiscal que procesaba a la autoridad edil por haber utilizado indebidamente la camioneta del municipio para trasladar a su hijo a un centro de diversiones.
Pese a que el Séptimo Juzgado Penal Unipersonal absolvió el pasado 26 de diciembre al burgomaestre, el proceso fue resuelto finalmente en la Sala de Apelaciones.
La autoridad edil expresó que este fallo es injusto, pues no ha utilizado la unidad del palacio edil para fines personales y además es consciente de haber trabajado por el pueblo.
“Nunca he utilizado la camioneta para fines personales, soy muy consciente de que estoy trabajando para el pueblo, pero veremos que pasa”, manifestó.
Los que esperaron en los exteriores de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, fueron los mototaxistas, quienes celebraron esta sentencia.
Mientras que algunos regidores de oposición anunciaron que iniciarán ante el jurado los procedimientos necesarios para vacar del cargo a la autoridad edil.
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