La palabra Sillustani quiere decir resbaladero de uñas, quizás haciendo referencia a que la unión de los bloques externos no permite ni el pasaje de una uña.
Si muchos dicen que Cusco tiene a Machu Picchu para deleitar a sus visitantes, Puno no se queda atrás y presenta su Sillustani, un cementerio donde se puede ver una serie de impresionantes tumbas pertenecientes a la cultura Kolla (1200-1450), que se desarrolló en la parte norte de la laguna Umayo, en la localidad conocida como Hatuncolla, a 34 kilómetros de la ciudad de Puno.
La forma particular de las tumbas, troncos de cono invertidos, llamados chulpas, son construcciones que, en menor número, se encuentran también en varios otros locales del altiplano, como Acora, Ilave y otros.
La palabra Sillustani quiere decir resbaladero de uñas, quizás haciendo referencia a que la unión de los bloques externos no permite ni el pasaje de una uña.
Las chullpas del complejo pueden medir 12 metros de altura, tienen forma de torreones circulares hechos a base de piedra. Se dice que eran tumbas de las principales autoridades de los antiguos pobladores del El Collao.
Toda la visita guiada dura entre 3 horas a 3 horas y media desde la partida que es en Puno, asegura el presidente de la Cámara Regional de Turismo, Eduardo Pineda.
El complejo, que se ubica a un costado de la laguna Umayo, recibe la visita del 90% de los turistas que visitan la región Puno, sostiene Pineda, quien agrega que a comparación de años anteriores ya no solo es visitado en los meses de temporada alta, entre junio, julio y agosto. “Ahora los turistas llegan casi todo el año”, nos dice.
Según nos menciona, algunos de los visitantes que tienen males de soroche no realizan la caminata de 600 metros; sin embargo, algunos guías de turismo sostienen que el turista nacional o extranjero que desafíe al mal de altura lo hace tomando antes un mate de coca, y así podrá ascender al Sillustani.
Ya en el complejo, el foráneo puede notar las ocho chullpas principales de este atractivo. Según investigaciones, el cadáver era momificado en posición fetal antes de ser colocado en ellas.
Junto a las momias, los antepasados colocaban objetos de los cadáveres ya que se creía que ingresarían a otra etapa de vida y allí podían comer y beber los alimentos que tenían consigo.
Por: Paty Condori
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