Personal de la División de Patrullaje a Pie utilizó sus varas de reglamento para golpear a los quejosos, quienes fueron sacados a empujones del recinto religioso.
Los trabajadores estatales salieron nuevamente a las calles y en esta ocasión se enfrentaron a la policía, quienes se vieron obligados a utilizar gas pimienta y sus varas de goma para dispersarlos del centro de la ciudad, lugar a donde llegaron para tomar la Catedral de Chiclayo y apoderarse de la Plaza de Armas, generando un enorme caos y congestión vehicular.
Los manifestantes ingresaron en piquetes a la plaza principal y en pequeños grupos lograron irrumpir al interior de la iglesia Santa María Catedral de Chiclayo, en medio del asombro de los fieles y autoridades eclesiales.
Personal de la División de Patrullaje a Pie utilizó sus varas de reglamento para golpear a los quejosos, quienes fueron sacados a empujones del recinto religioso.
“Nos han golpeado de manera abusiva, nosotros solo protestamos por una causa justa y por la defensa de nuestros derechos, pero seguiremos saliendo a las calles a pesar de la represión de la policía”, indicó uno de los manifestantes identificado como Lucio Chumán.
Otro grupo de servidores estatales realizaron una masiva marcha por las calles de la ciudad que concentró a más de mil manifestantes de diferentes entidades públicas, quienes con pancartas y banderolas en mano, rechazaron la nueva Ley del Servicio Civil.
El dirigente Wilmer Antón Mayanga afirmó que la medida de lucha continuará con toma de carreteras y ollas comunes en las próximas horas.
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