Tribunal Constitucional libera a Alberto Fujimori [COLUMNA]

Con el voto dirimente de su presidente Augusto Ferrero, el Pleno del Tribunal Constitucional aprobó el Habeas Corpus que había sido interpuesto para restablecer el indulto humanitario concedido por Pedro Pablo Kuczynski a Alberto Fujimori en diciembre del 2017.

Al aceptar el Habeas Corpus el Tribunal Constitucional contradice la sentencia de la Corte Suprema, que concluyó que el indulto no correspondía a las exigencias de la ley en el caso de un condenado por los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta, así como por dos casos de secuestro agravado.

El gobierno y los abogados de las víctimas anuncian que recurrirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que asumió la supervisión de la sentencia. En espera de conocer la fundamentación del voto de los jueces constitucionales, lo que corresponde es acatar las decisiones de la Justicia, así como se acató el 2018 el retorno de Alberto Fujimori a la cárcel.

El tema contribuirá desdichadamente a la polarización de nuestra sociedad. Algunos consideran que un hombre de 83 años que ya purgó más de la mitad de su condena, debería terminar su vida rodeado de los suyos.

Esa posición ha terminado por ser adoptada incluso por algunos detractores severos de Fujimori como Mario Vargas Llosa.

Otros sostienen que Fujimori nunca pidió perdón a los parientes de las víctimas ni pagó la reparación civil y que la aprobación del Habeas Corpus solo expresa la actual correlación de fuerzas en un Tribunal, reducido a un número par de miembros por el fallecimiento del Tribuno Carlos Ramos Núñez.

En medio de la polarización, algo que todos debemos compartir es el rechazo al terrorismo que ensangrentó y empobreció a nuestra sociedad, así como a la violación de los Derechos Humanos que deslegitima a las autoridades y engendra sufrimientos que pasan de generación en generación.

Las cosas como son