Luego de constantes postergaciones de la gestión edil, se decidió la construcción del terminal terrestre en la ciudad. La obra se convierte en una necesidad que la ciudadanía espera ver pronto culminada.
Viajar es una maravillosa manera de empaparse de nuevas experiencias. Con un libro en la mochila como único compañero leal, destinos cercanos o lejanos se presentan como innegable atractivo para desprenderse de la rutina.
LLevado por el impenitente ánimo de conocer nuestro país y sus recovecos más escondidos, partí hace ya muchas lunas en un periplo por el sur. Tenía como objetivo experimentar en carne propia el gélido amanecer puneño a más de 4 mil metros sobre el nivel de mar.
Como parte del intrincado trayecto terrestre, efectué una parada casi obligatoria en Arequipa. Para ser honesto, la Ciudad Blanca me dejó impresionado por su bien cuidado circuito turístico y, especialmente, por su terminal terrestre con servicios de primera línea destinados a respaldar a los miles de ocasionales visitantes.
Absorto ante la imponente edificación, y corroído por una sana envidia ciudadana, no pude evitar preguntarme, ¿por qué Trujillo no tiene un terrapuerto parecido? o, aún más... ¿como es posible que Trujillo, considerándose la segunda o tercera ciudad del país, según el gusto del consumidor, no brinde a los turistas un espacio acorde con los estándares modernos de calidad?
Los años corren y las canas aparecen, no sé cuál será la situación actual del terminal terrestre characato, pero sí me causa entusiasmo conocer que después de muchas idas y venidas, un consorcio peruano ecuatoriano se encargará de ejecutar las obras para levantar el terminal terrestre de Trujillo.
Según informa el gerente general de la comuna provincial, Luis Valdés Farías, serán invertidos 41 millones de nuevos soles en el anhelado proyecto. Los trabajos se realizarán en un extenso terreno de 10 hectáreas ubicado en el kilómetro 5 de la carretera Panamericana Norte.
Es importante destacar que el contrato firmado señala que la empresa concesionaria administrará el terrapuerto durante 24 años y 7 meses. En ese lapso, se entregará a la comuna provincial, el 10 por ciento de los ingresos brutos mensuales.
Las cifras revelan que la Ciudad de la Eterna Primavera recibió cerca de un millón 250 mil turistas durante el año 2011, según reporte de la Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo.
Los visitantes, la mayoría de procedencia nacional, llegan ávidos de conocer los tradicionales sitios arqueológicos y disfrutar de la deliciosa gastronomía norteña, encontrando que, para regresar a su lugar de origen, se ven obligados a recorrer infinidad de agencias de transporte demasiado distantes una de la otra.
Además de la incomodidad que la situación representa para los turistas, también se cuenta el riesgo que corren al verse expuestos a latrocinios o secuestros al paso en una ciudad que brilla por su progreso económico pero que es también acosada por la delincuencia.
En todo caso, más allá de las especificaciones técnicas, los análisis escrupulosos y la parafernalia política que se pueda desatar tras el anuncio del proyecto, mi espíritu viajero se siente satisfecho al saber que dentro de diez meses, plazo estipulado para la culminación de la obra, la capital de la eterna primavera contará por fin con un terrapuerto de categoría.
Ansío entonces tomar la mochila, guardar un libro e iniciar una nueva travesía de fin de semana, imbuido de emoción y subiendo al bus que me conducirá al destino escogido, partiendo, claro, desde el terminal terrestre de Trujillo.
Por: Jorge Rodríguez
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