En labores concentradaas en el Alto Huallaga se destruyeron también 90 pozas de maceración, según fuentes del Proyecto Especial de Reducción de Cultivos Ilícitos.
El Gobierno peruano, a través del programa de erradicación de hoja de coca conocido como Corah, ha eliminado en lo que va del año 4.252 hectáreas de cultivo de esta planta, dijeron hoy a Efe fuentes oficiales.
Además, los contingentes de erradicadores han encontrado y destruido 90 "laboratorios" o pozas de maceración donde la hoja de coca, mezclada con aditivos químicos, se transforma en cocaína, según afirmaron a Efe fuentes del Proyecto Especial de Reducción de Cultivos Ilícitos, más conocido como Corah (sigla de su nombre anterior).
Las hectáreas erradicadas estaban plantadas en 3.388 parcelas de terreno, en las que además existían 14.974 metros cuadrados con almácigos, como se conocen a los brotes de coca listos para ser trasplantados.
El pasado 27 de abril, uno de los contingentes de erradicadores que actuaba en la zona conocida como Alto Corvina fue atacado por hombres armados, que mataron a dos de estos trabajadores y a un agente de policía de los que suelen actuar de escolta.
Este ataque es el más grave que se registra desde hace años, aunque los atentados -con minas, disparos nocturnos, trampas "cazabobos" o envenenamiento de pozos de agua- nunca han cesado y se contabilizaron hasta 26 en el pasado año, con un resultado de diez heridos, cifras en neto descenso durante los últimos tres años.
Las fuentes precisaron que las labores de erradicación están concentradas, desde hace ya años, en el Alto Huallaga, entre las poblaciones de Tocache y Tingo María (noreste del país), y no se han extendido al Valle del Monzón (al sur de Tingo María) ni al Valle de los Ríos Apurímac y Ene (Vrae), pese a que en ellos la extensión del cultivo de coca es mucho más abundante.
"Las condiciones sociales (en el Monzón y en el Vrae) no son las adecuadas", dijo a Efe el director ejecutivo del Corah, el general de la Policía Juan Zárate Gambini.
En el Monzón, según reconoció Zárate, cualquier intento de penetración del Estado peruano, ya sea con una comisaría o con un juzgado de paz, ha sido recibido con abierta hostilidad por parte de la población.
"La población convive enteramente con el narcotráfico", afirmó.
Por otra parte, el general dijo poseer información fidedigna de la penetración de los grupos colombianos de narcotráfico que están alentando a la siembra de cocales en la zona del río Putumayo, el río que separa Colombia de Perú, pese a que no es teóricamente la mejor zona para sembrar coca por ser ya selva alta.
Según las fotografías aéreas y satelitales tomadas por el Corah, el año 2009 cerró con un total de 56.100 hectáreas dedicadas a la hoja de coca en todo el Perú, que dan un potencial de 122.000 toneladas métricas de cosecha de hoja, susceptible de ser transformadas en 300 toneladas de cocaína.
Perú es el segundo productor mundial de cocaína, después de Colombia, y varias fuentes coinciden en alertar que hay serios riesgos de que pronto ocupe el primer lugar ante la presión que los grupos del narcotráfico sufren en Colombia.
EFE
Además, los contingentes de erradicadores han encontrado y destruido 90 "laboratorios" o pozas de maceración donde la hoja de coca, mezclada con aditivos químicos, se transforma en cocaína, según afirmaron a Efe fuentes del Proyecto Especial de Reducción de Cultivos Ilícitos, más conocido como Corah (sigla de su nombre anterior).
Las hectáreas erradicadas estaban plantadas en 3.388 parcelas de terreno, en las que además existían 14.974 metros cuadrados con almácigos, como se conocen a los brotes de coca listos para ser trasplantados.
El pasado 27 de abril, uno de los contingentes de erradicadores que actuaba en la zona conocida como Alto Corvina fue atacado por hombres armados, que mataron a dos de estos trabajadores y a un agente de policía de los que suelen actuar de escolta.
Este ataque es el más grave que se registra desde hace años, aunque los atentados -con minas, disparos nocturnos, trampas "cazabobos" o envenenamiento de pozos de agua- nunca han cesado y se contabilizaron hasta 26 en el pasado año, con un resultado de diez heridos, cifras en neto descenso durante los últimos tres años.
Las fuentes precisaron que las labores de erradicación están concentradas, desde hace ya años, en el Alto Huallaga, entre las poblaciones de Tocache y Tingo María (noreste del país), y no se han extendido al Valle del Monzón (al sur de Tingo María) ni al Valle de los Ríos Apurímac y Ene (Vrae), pese a que en ellos la extensión del cultivo de coca es mucho más abundante.
"Las condiciones sociales (en el Monzón y en el Vrae) no son las adecuadas", dijo a Efe el director ejecutivo del Corah, el general de la Policía Juan Zárate Gambini.
En el Monzón, según reconoció Zárate, cualquier intento de penetración del Estado peruano, ya sea con una comisaría o con un juzgado de paz, ha sido recibido con abierta hostilidad por parte de la población.
"La población convive enteramente con el narcotráfico", afirmó.
Por otra parte, el general dijo poseer información fidedigna de la penetración de los grupos colombianos de narcotráfico que están alentando a la siembra de cocales en la zona del río Putumayo, el río que separa Colombia de Perú, pese a que no es teóricamente la mejor zona para sembrar coca por ser ya selva alta.
Según las fotografías aéreas y satelitales tomadas por el Corah, el año 2009 cerró con un total de 56.100 hectáreas dedicadas a la hoja de coca en todo el Perú, que dan un potencial de 122.000 toneladas métricas de cosecha de hoja, susceptible de ser transformadas en 300 toneladas de cocaína.
Perú es el segundo productor mundial de cocaína, después de Colombia, y varias fuentes coinciden en alertar que hay serios riesgos de que pronto ocupe el primer lugar ante la presión que los grupos del narcotráfico sufren en Colombia.
EFE
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