El abogado y exministro del Interior, Walter Albán, dijo en RPP que el Parlamento “no quería una institución que incomode al poder”, por lo que eligió a Josué Gutiérrez Cóndor en mayo pasado como defensor del Pueblo. “Nada mejor que poner prácticamente a un empleado del Congreso a que jefature la Defensoría del Pueblo”, cuestionó.
El abogado y exministro del Interior, Walter Albán Peralta, advirtió este lunes de que hay “un riesgo enorme” de que el Perú se quede sin democracia, al no respetarse la separación de poderes.
En una entrevista con el programa Nunca es tarde de RPP TV, dijo que el Congreso de la República tiene un plan que ya está ejecutando y que se ha traducido hasta el momento en el control del Tribunal Constitucional (TC) y la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
“Y ya echaron el ojo, y están tomando medidas, respecto a la presidencia del Jurado Nacional de Elecciones”, señaló.
En palabras de Albán, no es extraño la renuncia de cinco adjuntos de la Defensoría del Pueblo (Susana Silva Hasembank, Alberto Cruces Burga, Alicia Abanto, Carolina Garcés Peralta y Matilde Cobeña) por discrepancias con la gestión de Josué Gutiérrez. Consideró que esto podría ser “el inicio de una suerte de desmembramiento” de dicho organismo.
“Es inaceptable que el defensor del Pueblo se quede mudo”
De acuerdo con el exministro del Interior, la Defensoría del Pueblo demostró desde sus inicios, cuando Jorge Santistevan de Noriega asumió en 1996 el cargo de primer titular de la institución, que era una entidad “apegada a la Constitución, defendiendo los derechos fundamentales de la ciudadanía y que se ocupó de enfrentar a un gobierno todopoderoso, en ese momento el de Alberto Fujimori”.
“La única instancia en el Estado que quedó sin ser controlada por ese Gobierno autoritario fue la Defensoría del Pueblo”, remarcó.
A ojos de Walter Albán, la Defensoría del Pueblo “nació para ser como una conciencia crítica del Estado, para señalar qué no está funcionando bien, dónde se están atropellando derechos y cómo hay qué hacer para que se restablezca la constitucionalidad”.
“Y eso no les gusta en regímenes autoritarios como el que nos encontramos en este momento. No querían una institución que incomode al poder. Nada mejor que poner prácticamente a un empleado del Congreso a que jefature la Defensoría del Pueblo”, cuestionó.
El exministro del Interior añadió que “es inaceptable que el defensor del Pueblo se quede mudo” ante “los atropellos que están ocurriendo contra la Junta Nacional de Justicia (JNJ)”.
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