La bebe habría nacido a las cinco de la mañana y fue abandonada con la placenta, expuesta al frío e infecciones, en el distrito de Cerro Colorado.
Una recién nacida aún con la placenta del parto, fue abandonada en un parque del sector de Alto Libertad del distrito arequipeño de Cerro Colorado.
Al promediar las seis de la mañana, vecinos del sector escucharon a perros ladrando en el parque, por lo que se acercaron y encontraron a la bebe echada sobre la tierra a un costado de un tacho de basura. Solo estaba cubierta por una delgada tela, tenía tierra en el rostro y cuerpo.
Los vecinos espantaron a los perros que trababan de comerse la placenta y llamaron a la Policía. Los minutos pasaban y María Quispe, una de las vecinas, no pudo soportar ver a la niña ponerse morada por el frío, cortó con sus vecinos el cordón umbilical y la llevó a su casa.
“Solo estaba con un trapito, la traje a mi tienda, no la iba a dejar morir, es un ser humano, es una vida. Dije: Señor ayúdame, la abracé, la puse en mi pecho, la abrigué y miré sus ojitos”, dijo María.
Cuando llegaron los sub oficiales Iván Arotaype Gonzalez y Jonathan Palomino Ramos, la bebe aún tenía un cuadro de hipotermia por el intenso frío de la madrugada. La menor fue trasladada de emergencia a la clínica San Juan de Dios, donde estabilizaron su temperatura.
Paul Marchani Salas, jefe de relaciones públicas de la clínica, informó que la recién nacida superó el cuadro de hipotermia y ahora está estable en el área de pediatría.
“La bebe está como NN, ella habría nacido a las cinco de la mañana, estuvo una hora en la intemperie, por eso el cuadro de hipotermia. Ahora le harán exámenes para descartar infecciones por la situación en la que fue encontrada”, agregó Marchani.
La niña permanecerá en la incubadora hasta el lunes.
Segundo caso
Este es el segundo caso de abandono de un niño en lo que va del año en Arequipa. El sábado 12 de mayo, un bebe de apenas quince días de nacido fue abandonado en el Barrio Obrero, en el Cercado de la ciudad.
El niño fue acogido por la Suboficial PNP Ángela Llerena, quien lo cuidó y alimentó toda una noche. Luego fue llevado al albergue Chávez de la Rosa.
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