Los familiares pidieron sancionar a los responsables de la muerte del menor, por no brindársele atención oportuna.
Desgarradoras escenas de dolor protagonizaron los familiares y amigos de Max, el niño de 10 años que falleció el pasado martes 27 de octubre, tras ahogarse en la piscina olímpica de Cayma, en Arequipa.
Antes del entierro, el estudiante del quinto año de primaria del colegio José Lorenzo Acosta, recibió un sentido homenaje en la institución en presencia de todos sus compañeros de estudios; siendo luego llevado al campo santo Jardines de la Paz.
Los familiares de Max pidieron sancionar a los responsables de la muerte del menor, pues el deceso del estudiante pudo ser evitada por las autoridades municipalidades, educativas y de salud si lo hubieran atendido oportunamente.
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