Algunos vigilantes de la zona cercana a la vivienda de campesina indicaron no haber percibido nada el día del ataque.
Unos campesinos que trabajan cuidando granjas de alpacas a pocos metros de la vivienda de la campesina Máxima Acuña, señalaron que la noche del pasado domingo, día en que Acuña acusó a la empresa Yanacocha de atacar su casa, no se presentaron inconvenientes.
Los guardianes, identificados como Edilberto Chávez Tocas, Juan Durán y Alamiro Izquierdo, contaron a los medios de comunicación que esa noche salieron a rondar hasta las 10 de la noche y no escucharon nada, ni siquiera los ladridos de los perros de la familia Chaupe.
Cuentan que se sorprendieron cuando al promediar las dos de la madrugada llegó la policía al predio Tragadero Grande, en donde se ubica la casa de la reciente ganadora del premio Goldman.
Los trabajadores indican que recién al siguiente día, a través de la radio, se enteraron de la denuncia de su vecina, quien acaba de regresar de Estados Unidos en donde recibió el mencionado premio.
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