Pieza hallada en el río Vilcanota contaba con un muro de piedra finamente tallado en la parte posterior y un camino inca que lo unía con el poblado de Ollantaytambo.
El altar inca recientemente hallado en las riberas del rio Vilcanota, en el distrito cusqueño de Ollantaytambo, habría pertenecido a un centro ceremonial de adoración al agua, el mismo que se unía con el poblado por medio de un camino ritual, señala el arqueólogo Óscar Montufar Latorre, coordinador del Parque Arqueológico de Ollantaytambo.
Estructura. De acuerdo a los estudios y las fotografías realizadas por investigadores e historiadores su estructura muestra que correspondían a la configuración estructural del altar, un muro finamente tallado en la parte posterior donde se encontraban hornacinas de doble jamba y un camino inca.
El muro con sus hornacinas habrían sido desmontadas en el 2014, durante los trabajos de construcción de la Vía de Evitamiento y un estacionamiento, realizado por la Municipalidad Distrital de Ollantaytambo.
“Este altar quizás haya sido parte de la ceremonia ritual denominada Situa en la que se limpiaba la población de la ciudad del Cusco para arrojar los males que se encontraban en ella”, dijo a RPP Noticias el arqueólogo Óscar Montufar Latorre.
Historia. Agregó que cronistas de los siglos XVI Y XVI mencionan que para realizar el rito, las familias hacían un peregrinaje hacia los principales ríos y uno de estos lugares era Tambo, actual la zona inca de Ollantaytambo.
Medidas. Montufar Latorre informó que al realizarse el registro técnico del altar inca, se logró establecer que la pieza mide 3.65 metros de largo por 1.70 de ancho. Se calcula que la misma, además, superaría los 3 metros de profundidad. Su antigüedad se ubica entre los años de 1440, aproximadamente, durante el periodo de Pachacutec.
“En el período de Pachacutec se empezó a construir Ollantaytambo como gran parte de los sitios incas multifuncionales, había entonces sectores urbanos, sectores agrícolas, wakas o adoratorios”, dijo Montufar.
Funciones. El arqueólogo también cuenta que el altar debió de cumplir una función ritual por su ubicación estratégica en relación al río Wilcamayo (río sagrado) actual Vilcanota. Este altar se unía con el centro ceremonial y poblado de Ollantaytambo por medio de un camino, que por sus características arquitectónicas debió de ser un camino ritual.
Trabajos. A la fecha, con la participación de 15 obreros conservadores se continúan con el retiro de los escombros que cubre el vestigio. Se busca recuperar la pieza en su integridad y a la fecha sólo se habría logrado poner al descubierto el 35%.
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