Monseñor Israel Condorhuamán señaló que esperan la aprobación del protocolo de bioseguridad para reiniciar actividades presenciales.
La catedral de Cusco está preparada para realizar misas con un aforo máximo de 300 feligreses y guardando el distanciamiento social para evitar la propagación de la COVID-19, manifestó monseñor Israel Condorhuaman.
El prelado señaló que la Iglesia Católica está en espera de la aprobación del protocolo de bioseguridad, sin embargo, se plantea tomar la temperatura y lavar las manos a todos los asistentes a las celebraciones eucarísticas presenciales. Además, se evalúa prohibir que las personas se ubiquen en los pasillos del templo.
Monseñor Condorhuamán afirmó que las misas son necesarias en este tiempo de pandemia para brindar esperanza y fe a la población, debido a que la participación presencial en la Eucaristía y los sacramentos llena de satisfacción espiritual a los fieles.
Desde el inicio de la cuarentena, el Arzobispado de Cusco dispuso la suspensión de todas las celebraciones religiosas y, hasta el momento, las misas se realizan sin público y a distancia para ser difundidas por redes sociales y canales de televisión.
Hay que indicar que en ciudades como Chiclayo, decenas de fieles asistieron a misas presenciales desde el primer día de la nueva convivencia social. Esto se dio en la iglesia Santa María Catedral de Chiclayo y cumpliendo los protocolos de bioseguridad para evitar el contagio de la COVID-19.
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