La detonación se produjo en una fábrica clandestina que almacenaba gran cantidad de insumos químicos en su patio.
Cuatro perros murieron a consecuencia de una fuerte explosión ocurrida en una fábrica clandestina dedicada a la elaboración de artefactos pirotécnicos para fiestas costumbristas en la ciudad del Cusco.
La detonación se produjo en el patio del inmueble en el que se almacenaba gran cantidad de insumos químicos, los mismos que provocaron la asfixia de los canes.
El propietario de dicho establecimiento identificado como Nicanor Quispe, fue acusado por sus vecinos de generar permanentemente explosiones cuando preparaba los pirotécnicos. Personal de la Comisaría Zarzuela investiga el caso.
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