Tras el accidente de tránsito tres familias resultaron perjudicas y esperan justicia.
El pasado 06 de diciembre de 2015, una camioneta pick up impactó contra un bus de transporte interprovincial en el distrito de Pilcomayo en la avenida Las Américas, donde el conductor de la camioneta, identificado como Fleming Manuel Hinostroza Velasco (58), quien se encontraba en estado de ebriedad resultó herido, mientras que su acompañante Jessica Pinto falleció.
Uno de los pilotos que ersultaron heridos, Juan Morán Castañeda, denuncia que hasta el momento Fleming Hinostroza no se ha hecho responsable de sus acciones, por lo que apelaría a la sentencia impuesta por el Juez Emiliano Ramos, quien sospechosamente dictó tres años nueve meses de prisión suspendida, con lo cual el autor del daño no sería sujeto de cárcel. Sentencia leve para un chofer ebrio que destruyó tres vidas por su irresponsabilidad.
Mientras tanto, el monto de la indemnización que ofrece Fleming tras el accidente no cubre ni siquiera los gastos del tratamiento y la recuperación que deben seguir los afectados, además del tiempo que estarán sin trabajar.“Me parece injusto como estoy por culpa de la irresponsabilidad de un conductor que manejaba ebrio, debo estar casi todo el tiempo echado dado que tengo un injerto en la pierna izquierda que debe sanar”, señaló Juan Morán Castañeda, piloto afectado por el choque.
Trascendió que Fleming Hinostroza, aduce estar mal de salud por lo que pasaría por un “internamiento médico” en una clínica, mientras los afectados por la irresponsabilidad de Hinostroza, reclaman justicia y por atención médica especializada.
Cabe señalar que el resultado del dosaje etílico realizado demostró que en el momento del accidente, Fleming Hinostroza conducía con 0.81 gramos de alcohol por litro de sangre, superando así el límite de alcohol permitido. Tanto los familiares de los trabajadores del volante y de la víctima, reclaman justicia, ya que debido a la imprudencia de un solo hombre las vidas de estas familias han sido transformadas, convirtiendolas en una tragedia de la cual parece nadie hacerse responsable.
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